Cread de Arica: Abriendo puertas y corazones para niños y niñas vulnerados
El centro ha sumado experiencias positivas que hoy alientan un trabajo que mira de lejos los desórdenes de hace un año.
Se llama Centro de Reparación Especializada de Atención Directa, conocido también como Cread, aunque la comunidad frecuentemente lo conoce como Sename, que es la institución a la cual presta servicios.
Pero más allá de su nombre existe en su interior un trabajo que suma esfuerzos, esperanzas, sueños y lentamente, realidades de jóvenes que quieren ganarle a la adversidad .
Lo saben bien quienes en él acogen a niños, niñas y adolescentes que se van lentamente superando, porque este centro no es un centro cerrado, no plasma medidas cautelares, sino que persigue recuperar para la sociedad a quienes a él ingresan.
Nelson Castillo, director del organismo, enfatizó que seguirán cada caso, para que termine en un egreso exitoso. "Este trabajo que hacemos es muy vinculante al afecto y creemos fielmente que los niños pueden recuperarse. Por eso, la idea es que estos procesos terapéuticos no se pierdan cuando los niños cumplan 18 años y tengamos que dejarlos en la puerta del Cread.
La idea es apoyarlos para que tengamos niños trabajando o estudiando para que sean niños de bien", explicó. Y los frutos comienzan a verse.
El Cread Arica atiende las necesidades de 31 menores de 14 a 18 años. Su director y otros funcionarios quieren cambiar la imagen que se tiene de los niños del centro, producto de los hechos negativos que marcaron al organismo el año 2017.
Por eso hoy se enfocan en realizar trabajos de vinculación con la comunidad, hacer gestiones para lograr egresos positivos de los que cumplen 18 años y de coordinar salidas socioeducativas con diversas instituciones, incluso con Carabineros. Así, quienes antes venían a contener los desórdenes, hoy comparten con niños y niñas salidas a terreno.
"no sabía qué sería de mí"
Tiene una mirada pasiva y tranquila. C.E. a sus 18 años cursa el cuarto medio de mecánica en un liceo de Arica, pero ya tiene un trabajo de medio tiempo como administrativo en un Cesfam de la ciudad. Y a pesar de ser mayor de edad prefirió no identificarse y dar solo sus iniciales, ya que en su trabajo no saben de su compleja situación familiar.
Sus días en el Cread comenzaron hace un par de años y su experiencia en este centro la calificó como positiva.
Prefiere no hablar en detalle de su historia familiar, pero cuenta que su círculo ya sabe de sus planes y de su camino. "Vengo de una familia que no está muy unida. A pesar de eso he surgido con fe y con el apoyo de los tíos del Cread. Aquí somos como una familia y nos apoyamos entre todos. Por eso algunos me ven como un ejemplo y otros quieren superarme y se motivan. Pero al principio estaba nervioso, porque como cumplí 18 años no sabía qué sería de mí", explicó.
Sin embargo "me dijeron que me iban apoyar, por eso trabajo, para seguir estable y postular a una beca y estudiar para ser ingeniero mecánico", expresó el joven.
"Los niños se portan bien, no son niños tan malos como dicen afuera, solo tienen problemas por todo lo que han pasado y hay que apoyarlos. Incluso a veces solo necesitan cariño y afuera no saben lo que siente el niño por dentro", manifestó.
En busca de otra imagen
"Nuestros niños no tienen conflicto con la justicia, sino más bien son niños que han sido gravemente vulnerados en su derechos, aclaró Juan Carlos Vega, coordinador técnico del Cread.
Sin embargo "la gente lo primero que tiende a decir es que son puros delincuentes los que están adentro y eso no es así. Es verdad que nuestros niños manifiestan ciertas conductas, y no quiero justificarlos, pero todo eso tiene que ver con el proceso de vulneración que han vivido. Entonces, nosotros debemos trabajar con esos niños y eso requiere de un alto grado de compromiso", dijo.
Y ese compromiso ha ido dando resultados, en cuanto al método, las acciones y también respecto a los caminos que persiguen niños y niñas que están y han estado en el Cread. Por ejemplo, una adolescente ingresará en abril al Servicio Militar, por eso en estos días tiene una dieta especial para llegar en buenas condiciones físicas, de cara al entrenamiento militar que le espera.
Respecto al tema, sus compañeras no le dicen mucho, pero la alientan a seguir con su sueño. "Ingresar al Ejército es una oportunidad de hacer algo en la vida y mi sueño es seguir en esa línea. Por eso las otras niñas me tiran buena onda y me dicen que siga con esto", contó la joven.
Otro adolescente, también de 17 años, encontró la respuesta en el fútbol. "Yo llevo un año en el Cread, y aquí me encontré con un ambiente tranquilo, porque hay gente profesional que te ayuda y te apoya, que conoce el comportamiento de cada niño y te valoran. Por eso le doy gracias a Dios por estar aquí", comentó.
En cuanto al fútbol, el joven precisó que este deporte lo rescató de todo lo malo que ha vivido y le enseñó a pensar de forma positiva.
"El fútbol me enseñó a tomar la vida de otra forma y rescatar lo positivo", dijo.
Bajan abandonos
Vega cree que las cifras también hablan del buen camino por el que van. "Pasamos de tener uno a dos abandonos diarios (Niños que se van simplemente del centro), a 3 al mes.
Y eso te dice que algo se está haciendo bien en este centro, el cual tiene la política de puertas abiertas, porque los niños van al colegio, salen a realizar sus actividades y vuelven", añadió Vega.
Es la fórmula que han encontrado. No sólo abrir puertas, sino que también corazones. El Cread de Arica quiere seguir así dando oportunidades reales.