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El riesgo de confiar en aquellos cargadores "de cuneta"

Joven antofagastina vivió en carne propia los riesgos de utilizar este accesorio "alternativo", que pudo desencadenar en una tragedia.
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Desde septiembre pasado que Natalia del Pozo está en Santiago. Fue por temas laborales que debió dejar Antofagasta para iniciar un nuevo desafío en la capital.

Por los avatares del día se quedó sin el cargador de su celular. Fue su pequeño hijo quien se lo llevó, por lo que Nathalia recordó que hace unos meses había comprado un cargador "a la rápida" en la calle, de esos que los venden a no más de 3 o 4 mil pesos.

Con la esperanza de no quedar incomunicada, llegó de noche a su departamento con el cargador alternativo, lo instaló y dejó su Iphone 7 cargando en el suelo, acto seguido se recostó en su cama relajándose... Al rato se quedó dormida.

"No debe haber pasado más de una hora cuando siento un cuete en la habitación, sonó como cuando se corta la luz, como un corte de energía grande, desperté y vi llamaradas en el enchufe, se iluminó toda la pieza y todo el papel decomural quemado, justo donde había instalado el cargador, todo quedó pegado en la pared. Pesqué un jeans que estaba cerca y con eso apagué toda la llamarada y el fuego que originó el corte. Estaba muerta de miedo, quedé paralizada un buen rato… Miraba que toda la conexión al enchufe estaba calcinada", recuerda.

Sin marca

Ya con el paso de los días la reflexión es clara. El tema no es menor ya que muchas veces todos dejan cargando su celular, comenta Natalia. "Son cosas que no solo se ven en la tele, en Internet, le puede pasar a cualquiera. Yo vivo con mi pequeño. Podría haber pasado algo grave, haberse quemado el departamento, y ¿a quién le reclamo, la vendedora de la calle? Ni marca tiene el cargador, definitivamente hay que tener mucho cuidado ".

Natalia tras relatar su experiencia a amigos y compañeros de trabajado, muchos le indicaron que un número destacado de amigos o conocidos de conocidos han tenido una experiencia similar y justamente con cargadores de celular vendidos en la calle.

"Ojalá que mi mala experiencia sirva de prevención a los demás, ya que por comprar un cargador de 4 mil pesos, generó un daño con un costo superior a los 40 mil pesos y pudiendo ser mucho peor. Una casa más antigua podría generar derechamente un incendio mayor. Los casos como el que me pasó a mí, los muestran para Navidad, Año Nuevo, los días de inicio de clases, pero al final son cosas que pasan todo el año", indicó la joven.

Incendios

Para el comandante del Cuerpo de Bomberos de Antofagasta, Christian González Weber el tema no es menor. Indica que el 2017 en esa ciudad tres incendios tuvieron su causa en los cargadores de celular, por lo que refuerza el llamado a la prevención.

"Las personas dejan cargando su celular sobre el plumón, entonces el equipo se sobrecalienta y se genera una transferencia de temperatura a la ropa de cama, que algunas veces puede ser inflamable y se puede encender a baja temperatura".

El comandante recordó que por razones claras todos los celulares vienen con su cargador, especialmente fabricado para cada equipo, por lo tanto hay que usar esos y los que están certificados para cada equipo, los que también se venden en el comercio establecido.

"Lo que se vende en el comercio informal no tiene ningún tipo de garantía ni certificación, por lo general son de procedencia desconocida y no hay seguridad de cómo pueda funcionar".

No mas cargadores de cuneta

El 31 de marzo comenzará a regir la nueva normativa que prohibe la venta de cargadores para celulares o tablets que no tengan el sello de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), por los que quienes participan en su comercialización deberán vender todo su inventario a la fecha, incluyendo los que no cumplan con el sistema de certificación.

El Sello SEC, fue creado en 2012 para facilitarle a la ciudadanía el confirmar si los productos disponibles actualmente en el comercio, ya sean eléctricos o de combustible, cumplen con todas las disposiciones legales vigentes para su uso seguro. Cinco años después, en 2017, al estudiar el crecimiento y el bajo precio de cargadores, decidieron aplicar la creación de un protocolo respectivo para ellos.