El mechoneo de la UTA partió con cuota entre $45 y 50 mil por pareja
Con el ingreso a clases de los alumnos antiguos comenzó el ritual de bienvenida a los nuevos estudiantes.
Harina, manjar y agua. La mezcla se complementa con challa, pintura en spray o témpera. Parece una receta o la fórmula para hacer algún tipo de manualidad. Sin embargo, fueron parte de los ingredientes de la bienvenida a los nuevos alumnos de la Universidad de Tarapacá, quienes, como cada año, recibieron el tradicional mechoneo de parte de sus compañeros antiguos.
Vestidos con bolsas de basura, se les vio recolectando dinero en el centro, principalmente, para recuperar sus pertenencias. La suma ascendía a los 50 mil pesos por pareja o 30 mil por un estudiante. Lo recolectado además, será utilizado para la organización de alguna actividad donde los jóvenes puedan compartir e integrarse a la vida universitaria.
40 minutos de clases
"Entramos a clases a las 8 de la mañana. El profesor habló unos 40 minutos y empezaron a golpear las puertas y ventanas de la sala. Los compañeros nos vendaron y nos tiraron un montón de cosas encima", contó Joaquín Limarí, agradeciendo su suerte, pues en Psicología, carrera a la que ingresó, no le raparon el pelo, como sí ocurrió en otras.
Algo similar vivió Cristian Pastén de Ingeniería Civil Eléctrica. "Estuvimos media hora en clases. Igual con mis compañeros suponíamos que nos iba a tocar hoy (ayer)", confesó.
A Cristian le cortaron el pelo y es lo que más le dolió. "El mechoneo se vive una vez no más en la vida y es tradición. El pelo si me dolió, pero el otro año nos toca a nosotros", dijo entre risas.
Por su parte, Juan Trevizán, director de Asuntos Estudiantiles de la UTA manifestó que el mechoneo no se incluye en las actividades organizadas por la casa de estudios.
"Esta actividad no está en ningún calendario académico, sin embargo, se ha ido estableciendo entre los alumnos. Tenemos una política de desincentivar este tipo de rituales, porque hay un trato vejatorio que ya está pasado de moda".
Trevizán recalcó que estos actos están sujetos a las medidas administrativas y disciplinarias que corresponden. "Cada uno tiene el derecho a ser respetado y denunciar cualquier situación", señaló.