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La vida ofrece siempre nuevas oportunidades

Ochenta y ocho personas se han rehabilitado formando parte de empresas de la construcción en Arica que les abrieron sus puertas para sentirse capaces y dignos de un buen empleo.
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Pedro Clemente G

La vida da varias vueltas y las oportunidades hay que saberlas tomar y conscientes de ello un grupo de jóvenes en búsqueda de su rehabilitación y pagar la deuda con la sociedad, participaron de un programa de capacitación que les abrirá nuevas puertas.

"Somos buenas personas", dijo emocionado Rigoberto, beneficiario de la quinta versión del Programa Cimientos, donde recibió el premio al esfuerzo en la exitosa iniciativa desarrollada por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Arica, a través la Otic de Capacitación y que cuenta con el apoyo de Sence y Gendarmería de Chile.

Es que ya son más de 88 capacitados en menos de 3 años, quienes se han reinsertado en una empresa constructora socia de la CChC, ganando un sueldo digno y sintiéndose parte de algo importante y trascendente, donde pueden dejar su huella y demostrarse a sí mismos toda su valía.

"Nosotros tomamos una mala decisión y pagamos el precio; pero somos buenas personas, somos iguales que todos. Sabemos que una persona que hace las cosas bien es buena, como lo estoy haciendo ahora, con el apoyo de mi familia, que vieron que no soy como ellos creían. El fondo de todo es que la oportunidad que nos dieron nos hizo buenas personas", confesó con alegría.

Rigoberto reflexiona; se toma tiempo y prosigue con su análisis: "Fui mala persona, porque hice algo que no debía, pero todos hemos sido malas personas en un momento; ahora soy bueno. Estoy súper orgulloso, encantado y agradecido de todos los que hacen posible este programa, porque ya llevo 3 meses trabajando. Esto me ha ayudado para conocer cosas que no sabía que tenía en mí".

Al otro lado del salón está Héctor, quien fue reconocido como "alumno destacado" por su desempeño en el curso, quien confiesa que siempre tuvo una vida intachable, sin nada que acusar, pero en un segundo le cambió la vida de manera definitiva, lo que pagó con la reclusión. Hoy recalcó la calidad de sus compañeros que se desempeñan en la quinta versión del programa Cimientos de la CChC Arica.

"Yo creo que sí (somos buenos), pero tuvimos errores. Lo recalcó el seremi (del Trabajo), a veces por necesidades hacemos cosas y no pensamos antes de, pero después cuando vemos a lo que llegamos... En mi caso ocurrió a los 60 y tantos (años), yo antes nunca había tenido ni un problema", aseguró.

En tanto, el presidente de la CChC Arica, Roberto Aguirre, recalcó que: "Hoy las empresas socias del rubro de la construcción, a través de la CChC, Cimientos; y en un trabajo exitoso que reunió a públicos y privados, ya en su quinta versión, ha logrado recuperar a un grupo de personas por medio de un apoyo integral y sostenido, entregándoles confianza y preparación técnica de tal manera de re insertarse en la sociedad, esto por medio de un programa que está muy bien diseñado y desarrollado por dos profesionales del área psicosocial".

Mientras, el seremi del Trabajo y Previsión Social, José Zúñiga, también se mostró reflexivo por las palabras de Rigoberto: "El hecho que se reconozcan como buenas personas es que realmente lo son, y muchas veces en ese afán de ser buenas personas no tuvieron el apoyo suficiente de la sociedad para poder reinsertarse".