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"Canillita" cuenta historias de Arica a los turistas en el Terminal internacional

El gestor cultural y licenciado en interpretación teatral, Pablo Barra, comparte relatos sobre los Chinchorro, la malaria, el ferrocarril, entre otros.
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Estefani Carrasco Rivera

Entre las filas de pasajeros que esperan su turno para subir al bus o micro, se escucha un grito fuera de lo común "extra, extra, consternación". Con una boina color mostaza en su cabeza, suspensores verdes que sostienen su pantalón y el diario del día en sus manos, el actor y gestor cultural Pablo Barra interpreta a "Canillita", un personaje de los años '20 que contaba historias y vendía el diario para sustentarse económicamente.

Patrimonio cultural

Hace tres semanas prácticamente todos los días Pablo llega durante las mañanas al Terminal Internacional para hacer su intervención urbana.

"Vengo en las mañanas porque las mentes están más despiertas para escuchar las historias", comentó.

Si bien gran parte de mérito sobre la construcción del relato es por su investigación, Pablo comentó que también ha recibido aportes de la comunidad, ya que una profesora le dijo que además de los Chinchorro incluyera al Hombre de Acha.

"Desde el hombre de Acha doy el pase a la cultura Chinchorro, de ahí cuento que en 1920 el doctor Juan Noé Crevani junto a los vecinos curaron la malaria y gracias a ello llegó el ferrocarril. En pocos minutos trato de contar varias cosas, porque lo hago desde la subida de pasajeros hasta la salida".

El joven trata de hacer más amena esta espera con un relato entusiasta de la historia de Arica, donde también incluye la época del Puerto Libre, la Junta de Adelanto y la creación de la XV región de Arica y Parinacota.

"Se me ocurrió crear un personaje que le diera valor a la ciudad, que con humor alegrara la fila del terminal de buses que se dirige hacia Tacna y entregar una parte de nuestra historia. Al público le gusta, le parece interesante, hacen preguntas, los ariqueños comparten una que otra historia más de la ciudad y lo más importante que el público se entretiene".

El canillita

Al igual que los canillitas de los años '20, este personaje que interpreta Pablo nació de una necesidad.

Actualmente Pablo está sin trabajo; como actor se desarrollaba haciendo talleres en colegios y actividades del Consejo de la Cultura.

"Tengo alma de emprendedor, entonces decidí hacer esto por mi cuenta, no me apoya nadie, es sólo autogestión. Los suspensores me los prestaron, la boina me la compré, pero antes tenía una prestada y así se fue generando el personaje".

Pablo escogió este personaje a modo de memoria de la "dignidad de estas personas, quienes en su mayoría eran niños, quienes luchaban por ganarse el pan".