Son diez los integrantes de la familia Cancino quienes por cuarto año consecutivo llegaron a la región para disfrutar del verano. En esta oportunidad conocieron las Cuevas de Anzota, lugar del que aseguraron haberse enamorado.
Para Edith Cancino la experiencia fue más que gratificante tras haber disfrutado de un armonioso espacio y que dice encontrarse habilitado para todo tipo de usuarios.
"Venimos de Santiago justo a Arica porque nos gusta y es una linda ciudad y ahora con el tema que han mejorado las Cuevas de Anzota quedó mucho mejor y es muy familiar".
Hasta su hija de un par de meses tuvo la oportunidad de pasear por el lugar, que además se prestó para captar un par de fotos y así poder quedar como recuerdo de la familia en las cuevas a las que se refirieron como El Paraíso.
"Nos pareció muy lindo todo el paseo y es la primera vez que vinimos pero de tener la oportunidad vendríamos de nuevo porque esto no se ve siempre y es un tesoro lo que tienen los ariqueños".
En el mismo sentido, la madre de familia dijo que para que fuera mejor el recorrido prefirió elegir ropa cómoda, protector solar, lentes de sol y zapatos deportivos. "Lo primero es mucho protector solar porque por más que uno no lo sienta hay harto sol, y ropa cómoda porque es algo largo el paseo y uno lo que busca es ir viendo todo y tomarse un par de fotitos, así que tampoco puede faltar algo para mantenerse hidratado", aseguró.
Para los Cancino la impagable vista de los 2,14 kms de recorrido junto al sonido del viento y del mar, el aire fresco y el compartir con sus seres queridos, resultó ser una de sus mejores experiencias veraniegas, según aseguraron.