Fue hace algún tiempo que en medio de una reunión familiar al interior del pub Tuto Beach, Julio Modesto Morales Ayala interpretó una sólida versión del tema Payaso, de Javier Solís, la que lo convirtió en ganador de un premio en medio de un karaoke que el local de Playa El Laucho tenía programado para ese sábado en la noche.
Sería una de las últimas juntas familiares nocturnas que tendría el empresario y dueño del conocido taller Pinturas Morales, el mismo que la tarde del jueves, dejó de existir a los 71 años, producto de un agresivo cáncer.
Pero también sería ese mismo momento en que la familia del comerciante lo catalogaría para siempre como bueno para la música, para el baile y para pasarlo bien en la noche.
Comienzos
Nacido en zona salitrera, pero llegado a Arica en su adolescencia, Julio Modesto deja a cuatro hijos (Julio, Cristian, Judith y Katherine) como también a uno de los principales talleres de pintura, desabolladura y reparación de vehículos, con 41 años, como lo es Pinturas Morales.
"Mi padre siempre dijo que su negocio partió con mi llegada, porque hace 41 años, por fin pudo levantarlo, o sea la misma edad que tengo hoy", cuenta Katherine, la menor de sus hijas.
"Suele pasar por estos tiempos, pero mi padre comenzó de abajo. Nos contaba y también sus familiares, que como eran diez hermanos, el tema era difícil. De hecho él tuvo que lustrar zapatos en la calle, para juntar peso a peso y tener lo que tuvo hasta su muerte".
- Bueno para la música y para el trabajo...
- Claro. Igual es linda combinación, pero una lástima que este último tiempo no pudimos disfrutar tanto. De hecho el martes nos llamó para que nos reuniéramos todos. Siempre fiel a su estilo y como yo era la única casada de sus hijos, me pidió el vals de los novios; nos movimos como pudimos, pero lo bailamos. Fue lindo.