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Flamencos hiper conectados: los vigilan por satélite

Iniciativa de la Conaf y el Zoológico Nacional permite seguir por primera vez en tiempo real el movimiento de las aves del Salar de Surire.
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Esta historia podría denominarse voy y vuelvo. Su protagonista salió del Salar de Surire y en viaje de tres días, haciendo caso omiso de fronteras y controles aduaneros, llegó a las lagunas cercanas a la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Abaroa, de Bolivia. Luego de descansar allí durante un mes, regresó volando a Surire.

El autor de este viaje fue un flamenco de James (Phoenicoparrus jamesi) y cada uno de sus movimientos fue, por primera vez, registrado desde el espacio.

En septiembre del año pasado, ese ejemplar, otros dos como él y un flamenco andino, fueron capturados por personal de la Conaf que, en colaboración con el Zoológico Nacional del Parque Metropolitano, los equiparon con transmisores satelitales para rastrearlos en forma permanente.

Esta técnica viene a reemplazar a la de anillado de las aves, que resulta más incierto, porque depende de que otros expertos observen a los animales marcados y reporten dónde y cuándo los vieron.

Los primeros resultados fueron dadas a conocer por Conaf y el Zoológico, como una manera de adherir al Día Mundial de los Humedales que se celebró el 2 de febrero.

Según explicó Guillermo Cubillos, encargado de Conservación e Investigación del Zoológico Nacional Parquemet y coordinador del proyecto, "nuestro objetivo inicial -agrega- era identificar patrones de dispersión y rutas migratorias del flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis), pero en esa fecha había una baja densidad de esta especie, lo que es normal para esa época de acuerdo a los registros censales anuales que Conaf mantiene para esta zona. De allí es que proseguimos con la tarea y logramos capturar a tres flamencos de james y un flamenco andino. Pero de aquí a marzo vamos a repetir la actividad, esta vez para instalar estos aparatos a flamencos chilenos y mantener así un seguimiento a individuos de las tres especies que acoge el Salar de Surire".

Todo registrado

De los cuatro flamencos capturados, en un procedimiento que no dura más de veinte minutos por cada ave, los primeros registros dan cuenta que todos ellos permanecieron en Surire, pero luego de un par de semanas, el del inicio de esta historia decidió dar una vuelta por Bolivia.

Lo significativo, explicó Cubillos, "es que pudimos tener información en tiempo real, dado que el receptor permite recibir de la mochila satelital que porta el flamenco, información desde cualquier parte de la superficie de la Tierra y además tiene la capacidad de almacenar datos como posición, altitud, rumbo y velocidad de vuelo, además de la temperatura convencional y los sensores de actividad".

El investigador subraya que la información resultante servirá también para tomar mejores decisiones, con los sitios que son prioritarios para la conservación de estas especies altoandinas, como el Salar de Surire.

Las lagunas que allí existen permiten una gran actividad microbiana de microcrustáceos y algas que son la base alimenticia que permite la permanencia de las tres especies de flamencos que allí nidifican.

Censo de verano

Allí justamente los guardaparques de Conaf iniciaron esta misma semana en que se celebra el Día Mundial de los Humedales, el censo simultáneo de verano, junto a las regiones que también cuentan con poblaciones de flamencos.

A la par, el viernes 2, los turistas que arribaron al lago Chungará, accedieron a recorridos guiados por parte de los guardaparques, charlas y una exposición fotográfica sobre los humedales existentes en la Reserva de Biosfera Lauca y la fauna asociada, en especial el Sitio Ramsar Salar de Surire.

Proyectar cambios

Sandro Maldonado, jefe subrogante de Áreas Silvestres Protegidas, indicó que "el hecho que Surire sea Sitio Ramsar (considerado de importancia internacional) trae consigo algunos compromisos que son claves para conocer el estado de salud del ecosistema de este humedal alto andino, por eso para nosotros es importante este trabajo con los investigadores del Zoológico Nacional de Chile, más aún en el actual contexto de cambio climático en que no sólo debemos vigilar y fiscalizar las actividades humanas, sino también las variables naturales para que nos sirvan de alerta temprana y de indicadores que permitan proyectar futuros cambios de este ecosistema".