Entre toritos, kusillos y lecheras, los niños y niñas del bloque "Picaflor de la Teletón", demostraron al público que para bailar en el Carnaval con la Fuerza del Sol solo hay que tener las ganas. Y así lo hicieron durante todo el recorrido al ritmo de Waka Waka.

La participación de los niños de la Teletón, se gestó a través de una invitación realizada por los dirigentes de Waka Waka Aymaras, quienes así cumplieron el sueño de este entusiasta grupo de menores en situación de discapacidad.

"Para nosotros es un placer contar con el bloque Picaflor de la Teletón, que son niños con discapacidad que nosotros hemos incluido y es muy grato tenerlos. Porque demostraron a la gente que no hay ningún tipo de barrera para bailar y demostrar lo que uno siente y por eso van a seguir en nuestra agrupación", dijo Adrián Alfaro.

Por primera vez

El bloque Picaflor de la Teletón está conformado por 11 bailarines y ensayaron un mes para presentarse en el carnaval.

"Me siento muy contenta y orgullosa, porque los niños de la Teletón hemos participado por primera vez en el carnaval. Y la gente fue súper motivada, por eso toda la alegría que nos dio, nos hizo tener fuerzas para seguir hasta el final", contó Dayana Alarcón.

Frente al entusiasmo de este bloque, Joyce Bastías, kinesióloga de la Teletón, explicó que los niños disfrutaron mucho con estas experiencias.

"Nuestros niños no están acostumbrados a ser los protagonistas y disfrutan mucho cuando tienen la oportunidad de serlo. Su sueño era participar en el Carnaval y lo han cumplido con creces", destacó Bastías.

Un orgullo

Juan Salamanca, padre de uno de los niños de la Teletón, dijo sentirse muy orgulloso de la participación de su hijo.

"Es un orgullo más que nada, pero no por uno, sino por él, por ser capaz de hacer cosas que todos hacen. Y estamos contentos porque a él le gusta participar en todo y hay que darle todas las posibilidades", expresó Salamanca, padre de Francisco, uno de los niños que bailó junto a los Waca Waca Aymaras.

El Carnaval con la Fuerza del Sol, es uno de los eventos más inclusivos de Chile y durante tres días, congrega a más de 160 mil espectadores y 15 mil bailarines y músicos.