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Vecinos sufren con el desalojo de la Guañacagua III

En la calle Manuel Contreras deben soportar baratas, ratones, polvo y malos olores. Además temen que les pase algo a sus casas con la demolición.
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Los vecinos de la calle Manuel Contreras, perteneciente a la población Guañacagua II, llevan un mes complicados con el desalojo que ocurre alrededor de sus viviendas.

Justamente detrás de sus casas y en su misma calle, pero desde Ramón Ahumada hacia el oeste, está lleno de escombros y basura, debido al desalojo de las casas quebradas de la población Guañacagua III.

Esto se suma al temor que tienen de que al momento de que ocurra la demolición de estas viviendas, que están pegadas a las de ellos, ocurra repercusión en sus estructuras.

Juan Pablo González comentó que como las casas están adosadas, debido a las ampliaciones que han realizado, con la demolición muchas se van a "resentir".

"La única multicancha que está acá para nuestros niños también la van a sacar, la junta vecinal y el jardín infantil, no tenemos áreas verdes y en la noche esto se vuelve un foco de delincuencia, porque hace una semana cortaron la luz. Quienes se fueron, dejaron basura y escombros, los ratones y las baratas en la noche son insoportables", comentó.

Ana Mateo es una vecina del lugar que tiene problemas de filtraciones que ya ha arreglado Serviu, pero sigue con problemas. "No consideraron el traslado, porque no somos de la Guañacagua III. Me dijeron que tenía que esperar y que no podía hacer nada hasta que ocurriera algo catastrófico".

Si bien los vecinos no esperar traslado, sí buscan un arreglo real y estructural, pero estiman que no se realiza, porque significa una inversión potente.

Faltan trasladados

Desde el Serviu informaron que faltan 76 casas por trasladar de un total de 473, esperando concluir con ello durante el mes de enero. La empresa a cargo de las demoliciones es Guzmán y Larraín.

"Se está realizando un proceso de desratización que es previo a la demolición. Con esto se evita que los roedores se vayan a los terrenos cercanos al momento de demoler. Todos los escombros y basura derivadas de este proceso deben ser retiradas por la empresa contratada que está a cargo, que es Guzmán y Larraín. Las conexiones con las viviendas son por los patios posteriores, es decir que las viviendas no están pareadas, sólo colindan por los patios, por lo cual no existe posibilidad de daños con las demoliciones", explicaron desde Serviu.

Sin embargo, muchos de los vecinos tienen ampliaciones sólidas hasta el final de sus terrenos, es decir incluyendo todo el patio trasero.

Respecto a los vecinos que cuentan con problemas de socavones y filtraciones, deben dirigirse directamente al Serviu de 8.30 a 13 horas, al departamento técnico, ya que informaron que existen subsidios especiales para suelos salinos y se puede coordinar la visita de un inspector técnico.

La voz de los vecinos


Juan Pablo González

Serviu nos dice que nuestras casas no están malas, pero están a medio metro de las que sí. Lo peor es que muchas casas desalojadas sacaron las tazas y por el desagua se llenaron de ratones.


Mirta Leyton

Yo creo que el problema más grande que ocurrirá será cuando detonen. Va a haber una polvareda. Lo bueno es que he visto Carabineros y personas de civil que están resguardando para que no se tomen las casas y pase lo mismo que en Cerro Chuño. Hay dos casas pegadas a la mía.


Ana Mateo

Si levanto las alfombras del patio (delantero) hay humedad, dos veces he tenido socavones. Me arreglaron, pero del baño sale una arenilla negra y hedionda. Estoy al medio de vecinos con fugas de agua.


Olga Altamirano

Detrás de mi casa está lleno de arena y escombros, cuando cambia el viento se me llena de polvo la casa y no sé qué hacer, porque por el calor hay que abrir las ventanas. Es una hediondez, porque hay animales botados y animales muertos. Ahora igual me da miedo que aparezcan ratones y baratas.