Así como "las fuerzas partidistas" de centro-derecha propusieron a Sebastián Piñera temas esenciales para un programa de futuro gobierno, a conjugar con sus propias ideas, considerando la experiencia 2010-2013 y lo que ha venido realizando esta administración "bis" de la señora doña Michelle, y así jugársela por su candidatura presidencial, otro tanto hicieron los sectores "independentistas" y "discordes", como "exigencia", para "apoyarlo" en la elección de segunda vuelta, sin perjuicio de la captación que hiciera el abanderado de uno que otro planteamiento de sus adversarios, para mejorar su programa, haciéndolo más general, atractivo para la ciudadanía, conciliador.
Hoy la "lucha interna", con declaraciones públicas de toda índole, se centra en el inevitable "cuoteo", en el que cada una de esas fuerzas intenta tener representación significativa en este próximo gobierno "bis" del Tatán, y bien hacen extremar las medidas en cuanto a ética, probidad y transparencia de los candidatos que propondrán para ocupar cargos político-administrativos y no repetir los bullados errores pasados, y los que también afectaron en sus inicios a nuestra cuestionada Presidenta saliente -"for never more"-, responsabilidad que recae en los que sean nominados, quienes mejor que nadie saben si tienen o no "yayitas" inhabilitantes, de una u otra naturaleza. El omitirlas por "intrascendentes" o por "amnesia" no sólo será perjudicial en el plano personal, sino también en el sectorial, en el que deberán tomarse las pertinentes medidas disciplinarias por deshonestidad.
Craso error se cometería, una vez más, con nombrar ministros de Estado a congresistas en actual ejercicio, como de igual modo, designar en cargos menores a alcaldes. ¿Los premios de consuelos para aquellos parlamentarios que no resultaron re-electos? Resérvense para el primer ajuste ministerial, que deberá producirse a mediados de 2018.
Atentamente,
Jorge Saavedra Moena