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El show pirotécnico tuvo una duración XL

Fue el despliegue de fuegos artificiales más extenso de los últimos años.
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El espectáculo pirotécnico más extenso de los últimos años dio la bienvenida al 2018 desde la cima del Morro.

El despliegue de fuegos artificiales partió puntualmente a la medianoche, desde dos puntos sobre el monumental peñón. Uno cercano a la bandera, la que se mantenía prácticamente inerte, en una noche cálida y sin viento, y otro más alejado del borde, desde donde se lanzaron los explosivos más potentes.

En total fueron 30 minutos de despliegue de luces, colores y estruendo, con tres breves pausas, que hacían creer al público que el show había terminado, para luego reiniciar.

En comparación, los fuegos artificiales de bienvenida al 2017 duraron 23 minutos; el 2016, 25 minutos, y el 2015 y 2014, 15 minutos.

La parte final del espectáculo fue marcada por el encendido de la cascada, que delineó con un fulgor plateado todo el borde de la cima del Morro frente al parque.

Más holgados

En relación al año pasado, frente al Morro se notó menos público, o al menos más disperso, ya que no se permitió el acceso de vehículos particulares hacia la avenida. También se observó una baja en el uso de los "globos de los deseos", que el año pasado hicieron furor. Sólo una decena se elevó, mientras varios cayeron en el sector del Parque Vicuña Mackenna, sin provocar accidentes.

Tampoco los hubo a propósito de los petardos y otros fuegos de artificio menores que algunos de los asistentes activaron en abundancia en el sector de la avenida Comandante San Martín.

Desde antes de comenzar la muestra pirotécnica y con posterioridad a esta, se desarrolló un show artístico en el escenario situado sobre la pileta del parque, en el que participaron exclusivamente artistas locales.

En chinchorro

Mientras, en la playa Chinchorro y sus alrededores, las familias se reunieron en gran cantidad en torno a sus vehículos y el infaltable cotillón. Desde allí se podían apreciar los fuegos artificiales que fueron lanzados del Morro, en menor dimensión, y los de la playa, mucho más cerca, los que tuvieron una duración de 20 minutos.

VISITANTES SATISFECHOS

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Julia Castellón contó que vino desde Bolivia junto a otros cinco familiares exclusivamente a pasar el fin de año en la región y disfrutar de los fuegos artificiales.

"Jamas imaginé ver un espectáculo de esa magnitud. Nos vinimos a la playa Chinchorro unos 20 minutos antes de que se diera el fin de año y disfrutamos de unos 30 minutos inolvidables y hermosos", comentó.

Su hermana, Cecilia Castellón, estuvo de acuerdo con lo expresado, al tiempo que dijo, " de tener la oportunidad volveremos, ya que es más especial de lo que cuentan. Es bello admirar todos los destellos".