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Consagrados ya en sus disciplinas hablaron sobre lo que hacen cuando no están entrenando o en competiciones. Los mejores deportistas del 2017 revelan el costo de cosechar medallas

Ricardo Soto, Guillermo Satt y Lorena Fica aseguraron que es poco el tiempo que tienen fuera de los entrenamientos y competiciones, lo que los mantiene alejados de las familias y amigos.
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"Esto no te permite estar en fiestas, ya que cuando puedo, estoy muy cansado para trasnochar".

No parecen estas las palabras de un joven de 18 años, pero esa es justo la edad del actual número 14 del ranking mundial de tiro con Arco, Ricardo Soto, que está habituado a la vida de un deportista de élite, donde los triunfos tienen un costo, que debe ser pagado en vida social y familiar.

Como él, otros campeones ariqueños contaron los sacrificios que a nivel personal y familiar deben hacer para mantener su alto nivel.

"Tampoco tengo polola, ya que todo es entrenamiento", explicó Ricardo Soto, quien tampoco practica otras disciplinas deportivas, ni siquiera juega a la pelota. "Tengo dos pies izquierdos para el fútbol, por lo que salgo a trotar con amigos. Antes andaba en bicicleta, pero debí dejarla, ya que el amigo con que iba se tiraba por partes que realmente a mí me daban miedo".

El deportista ariqueño, que alcanzó notoriedad por llegar a los octavos de final de su especialidad en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, se declara "fanático de la saga del Señor de los Anillos y, además, paso metido en el Play 4 jugando con un amigo".

Recalcó que "se puede tener amigos, pero es bien complejo, por lo que me juntaba una vez a la semana, cuando estaba en el colegio (se acaba de graduar de cuarto medio). Lo bueno, en mi caso, es que yo entreno en Arica y eso hace que esté mucho más tiempo aquí. Sin embargo, como pasó en octubre, estuve un mes fuera de casa y solamente compitiendo. Luego regresé a la ciudad estuve un par de días y nuevamente un mes afuera".

Y en el extranjero su figura también empieza a ser conocida, lo que se refleja en lo que le pasó en la copa mundial de su especialidad. "Cuando estaba en el Mundial de México, fuimos a ver una exposición con stands de empresas, donde un compañero del equipo comenzó -bromeando- a vender mi imagen diciendo 'oigan él es Ricardo y pasó a la siguiente fase de mañana'. De repente apareció un tipo de las empresas que mostraban sus productos, y dijo 'silencio, yo sé quién es él' y me pasó una tarjeta, junto con decirme que le avisara si quería que me auspiciaran".

Recién salido de la enseñanza media, su mente no está puesta en los estudios. "Este año no di la PSU, ya que quiero dedicarme por entero a los entrenamientos para las próximas Copas del Mundo", explicó.

Arcos de colihue

Francisca Pedraza, madre del deportista explicó que su acercamiento a esta disciplina se remonta a su infancia en Curanilahue. "Ricardo jugaba en los bosques y junto a su hermano y amigos vivían haciendo arcos con las ramas de los colihues, de ahí partió todo".

Ya instalada la familia en Arica, David Antonio, el hijo mayor, comenzó a practicar la arquería y Ricardo, entonces de 9 años, empezó a imitarlo y pronto lo superó. "Por esto, como había que apoyarlo, busqué un profesor en Iquique y tomé el curso de entrenadora", recordó su madre, sobre el camino que lo llevaría a convertirse en el número 1 de Chile.

Obsesivamente deportista

El surfista profesional Guillermo Satt Unzueta, de 25 años, elegido como el mejor deportista del año del surf, y galardonado por la Presidenta Michelle Bachelet, aseguró que cuando no está en el agua y en su tabla, "sigo haciendo otra actividad deportiva como mountain bike o snowboard, cuando estoy en Santiago".

La Ardilla comenzó desde muy pequeño a surfear en playa Las Machas, de la mano de su padre y manager (Guillermo Satt Boero). Ahí partió su pasión, comenzando a competir en los torneos locales, donde destacó inmediatamente.

"Estoy metido en esto desde los 14 años y es imposible y difícil mezclar el surf y los estudios", aseguró. Satt se declara una persona "obsesivamente deportista" y cuando no compite, dice escuchar música como el "hip hop, música alternativa y harto reggaetón".

Para el futuro, está pensando en abrir una tienda de surf, "pero por ahora quiero estar en el agua y viajando", aseguró.

El Guille, como también le dicen sus cercanos, dijo que estar contento con la distinción entregada por la Presidenta Bachelet. "Es un orgullo ser reconocido como el mejor del año y espero seguir logrando títulos en el plano internacional. Para este 2018 espero estar en las competiciones en Latinoamérica y preparar la participación a los Panamericanos de Lima 2018, que dará los cupos para los próximas Olimpiadas", añadió.

La ola fue más fuerte

Lorena Fica es una rider ariqueña que compite en el tour mundial y que ganó el Nacional de Surf y luego el Panamericano de la disciplina, ambos en Reñaca. Pero para ella las olas y la adrenalina no lo son todo. Cuando no está en las olas, sus ojos y su mente están puestos en la lectura, de la cual se declaró una aficionada. Y cuando se trata de leer, la filosofía es la que la mueve. Para ella, el surf va de la mano con la meditación y el conocimiento del entorno natural y humano.

"Me gusta leer a Eckhart Tolle, y sus libros Nueva Tierra o el Poder del Ahora...el surf tienen muchos momentos para meditar, como por ejemplo cuando viajas por el mundo, lo que te da mucha experiencia y conocimiento. Nosotros tenemos harto tiempo libre durante los torneos, lo que también -de una forma- te permite acercarte a la naturaleza y reflexionar", manifestó.

Pero también ha tenido momentos de dolor, como cuando se accidentó corriendo olas en playa Las Machas, se golpeó con la tabla y se quebró la nariz. La fractura le significó someterse a una cirugía, con el temor de no saber cómo quedaría su rostro, "lo que me afectó en el lado personal, pero realmente el surf es una pasión que te lleva a un punto de locura", aseveró.

Lorena se inició en la tabla a los 11 años y hace tres debió tomar una de las decisiones más importantes de su vida. "Di la PSU tras salir de la media, me fue súper y pretendía matricularme en la Universidad Adolfo Ibáñez, para seguir ingeniería comercial, pero opté por estar en el agua. En ese sentido, mis padres me ayudaron a tomar esta decisión y me hicieron ver que tenía una oportunidad en el surf. Creo que estudiar se puede hacer en cualquier momento, pero el surf es ahora".

No obstante, también sabe que esto no durará toda la vida, por lo que adelantó que "entre mis proyectos personales está la iniciativa que realizamos con mi hermano, donde abrimos un camping en Villa Frontera, que se llama Phukata, lo que me dará mayor seguridad, en lo económico y en el tema de los auspicios, por tratarse de un proyecto estable".

"Este año no di la PSU, ya que quiero dedicarme por entero a los entrenamientos para las próximas Copas del Mundo".

Ricardo Soto"