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Aunque el trineo se quede en panne el Viejito y sus ángeles llegan

La Caravana Angelitos en la Tierra realiza visitas a domicilio durante Navidad a niños enfermos o postrados. Con mucha voluntad, llevan regalos y alegría.
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Los recorridos que antes de cada Navidad realiza la Caravana Angelitos en la Tierra, no han estado libres de anécdotas. El jueves, cuando iban en camino a visitar a uno de los niños que esperaba ansioso la visita del Pascuero, una de las camionetas que conforman el grupo se quedó en panne. Años atrás, tuvieron que remolcar un vehículo para llegar a destino e incluso, en alguna oportunidad Papá Noel se cayó mientras paseaban.

"La caravana sin obstáculos ni problemas no es caravana", explica entre risas Carolina Espinoza, la mujer detrás de este grupo que pretende alegrar las celebraciones de pequeños que, por problemas de salud, no pueden salir de sus hogares.

Espinoza dice que fácilmente suman mil colaboradores entre familiares, amigos, empresas e instituciones que apoyan de una u otra manera el accionar de la caravana.

Y es que las formas de ayudar son diversas. Disfrazándose, llevando el auto, comprando regalos, decorando... todo apoyo sirve a la agrupación que se niega a tener personalidad jurídica, pues, se perdería el propósito de la donación desinteresada.

"Nos han preguntado por qué no nos conformamos con personalidad jurídica para optar a proyectos, pero encuentro que se perdería toda la magia que hay detrás de esta obra", asegura Carolina.

Eduardo siempre presente

Angelitos en la Tierra nació hace seis años, pensando en Eduardo, hermano de Carolina, que vivió con parálisis cerebral. Producto de esto, le era difícil salir de su casa, pues al más mínimo contacto con el ambiente podía contraer cualquier enfermedad que agravaba su cuadro clínico.

"Por sus defensas tan bajas él siempre vivía en una burbuja, encerrado. No podía compartir con otros ni celebrar este tipo de fiestas", recuerda Carolina.

Fue así como junto a su hermana Alicia reclutaron a familiares y amigos para llevar una Navidad diferente a niños que, como Eduardo, necesitaban pasarlo bien pese a sus dificultades.

Partieron de a poco. Cada año se han ido sumando más voluntarios y los familiares de los amigos o los compañeros de colegio de la sobrina, quienes buscan cómo apoyar la noble causa.

Eduardo dejó este mundo el 2015, a los 21 años. Sin embargo, su legado sigue. "Él está presente en todo momento de nuestras vidas, pero sobre todo, cuando salimos, porque lo primero que hacemos cuando nos toca caravana o alguna actividad es pedirle que nos acompañe para que nos vaya bien".

Actualmente visitan a 65 niños en diversos puntos de la ciudad. Hay inscritos menores con la misma patología de Eduardo, otros con Síndrome de Down, problemas auditivos o con movilidad reducida. La gama es amplia, al igual que la voluntad.

RECORRIDO, fotoS Y PAN DE PASCUA

Los Angelitos en la Tierra realizan el recorrido por las casas para Navidad, Pascua de Resurrección y el Día del Niño. Específicamente, en estas fechas del año, reúnen regalos para entregarles a los pequeños, los que mayormente reciben pañales y útiles de aseo.

La caravana se junta en las afueras del Estadio Carlos Dittborn. Ese es el lugar de encuentro para los autos y motos que acompañarán el trayecto del Viejo Pascuero y sus renos, además de personajes como Mickey Mouse o el Chavo del Ocho.

"La camioneta que se nos quedó en panne el jueves es la que llevaba los parlantes con la música y a los personajes. Entonces tuvimos que buscar soluciones rápidas: los 'monos' se fueron apretados en otros autos y la música la pusimos en otro vehículo, porque caravana sin música no tiene brillo", dice su organizadora.

Así continúa el paseo, siguiendo una ruta planeada con anticipación y con ayuda de Google Maps para no dar vueltas innecesarias. Por calles y pasajes, los angelitos van dejando dulces y los niños, que no necesariamente son beneficiarios de la caravana, salen a saludar.

Una vez que llegan al domicilio, los pequeños y sus familiares esperan en la esquina o en la puerta. Aquellos que no pueden salir, esperan dentro del hogar. Se bajan del vehículo todos y empiezan las fotografías.

"Cada vez que llegamos a un lugar dejamos un taco", comenta Carolina, y complementa diciendo que los niños aman sacarse fotos con los personajes.

En el periplo los acompaña una agrupación de motoqueros independientes que se roba la película, pues sobre ruedas los duendes ayudantes de Santa no pueden estar ausentes.

"La idea es esa, que cada año se vaya sumando más gente y así nosotros también podamos aceptar a más niños".

Antes de terminar la visita a una de las casas, la madre de familia se asoma con dos bandejas de pan de pascua y bebidas. Agradece la visita, feliz. Es el pago de los Ángeles en la Tierra.