Hoy domingo 10 de diciembre se cumplen 146 años de aquel domingo 10 de diciembre de 1871 en que Arica se Vistiera de Gala para efectuar la colocación de la Primera Piedra, de lo que sería la futura Manzana de Eiffel, formada por las entonces calles: 2 de Mayo, del Telégrafo, San Marcos y Aduana, hoy llamadas: 21 de Mayo, Arturo Prat, San Marcos y Pedro Montt.
A esa ceremonia asisten, invitados por el Subprefecto de Arica Coronel Gregorio Albarracín: el Prefecto de Tacna don José María Navarrete, el Párroco don José Diego Chávez, miembros de la Municipalidad, de la Sociedad de Beneficencia de Arica, los cónsules residentes, miembros de la Municipalidad de Tacna, el Administrador de la Aduana de Arica, el Representante de la Empresa Lavalle y Compañía de París, constructora de las obras, don Gabriel Larrieu y numerosos invitados más.
El sacerdote fue el encargado de bendecir el lugar designado para que se colocara la primera piedra y luego el Prefecto de Tacna abre la tierra con un fino badilejo de plata (en Chile la llamamos plana y corresponde a una herramienta metálica de forma triangular usada por los albañiles) que había sido obsequiado por la Municipalidad de Tacna.
Una vez colocada la Primera Piedra, el Prefecto dice su discurso alusivo a la importancia del acto de recuperar los edificios caídos con el terremoto de 1868, posteriormente habla el Sr Larrieu (representando a la Empresa Lavalle y Cía.), que construiría los edificios proyectados por Gustavo Eiffel.
Se levanta un acta de la ceremonia, la que se coloca en una caja y se pone sobre la primera piedra, siendo enterrada con ella. Más tarde la concurrencia se dirige a la recepción que invitara el Subprefecto para 100 personas.
Debe recordarse que los edificios a construir en dicha manzana eran: la Aduana, con su Edificio de Administración y tres Bodegas para Almacenamiento de mercaderías; el Edificio de Correos y Telégrafos y finalmente el Edificio de la Subprefectura (Gobernación para Chile), obras que se finalizarían en 1876. De ellos el Correo ya no existe, al haberlo vendido Bienes Nacionales y demolido el Banco del Estado, para luego transferirlo y los Galpones de la Aduana se desarman para levantar el Edificio de los Servicios Públicos y los mantiene el Ejército.
Eduardo Hoyos Río