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Captura el espíritu de Belén con una mano y un corazón gigante

La Oficina de la Discapacidad y la Municipalidad lo ha apoyado para consolidar su taller de Belenismo dentro del Poblado Artesanal.
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Gilberto Fernández es un hombre dedicado a crear pequeñas casas de Belén, también llamado el arte del Belenismo. Esta ha sido su afición desde hace más de tres décadas, años que al parecer no le han "pesado", ya que dice fascinarle el trabajo que hace con madera.

"Nací en la Quinta región de Chile, lugar donde crecí como cualquier otro niño, jugando, estudiando y compartiendo con mis padres", expresó.

Según contó, desde los 10 años sintió atracción por la talla de madera, al ver que para la época navideña algunas personas tomaban trozos de madera y hacían pequeñas casas que usaban en los pesebres o nacimientos, cosa que él también se animó a hacer, a tal punto que podía vender algunas de ellas y así juntar dinero para sus cosas personales.

Poco después de cumplir la mayoría de edad, tomo sus maletas y con un beso en la mejilla a su madre y su padre les dijo "hasta pronto" para dirigirse a Arica.

El resultado económico de su trabajo en grandes empresas de la región lo consolidaron, permitiéndole conocer a muchas personas, amigos y tener experiencias inolvidables.

Un trágico accidente

Pero no todo fue éxitos y prosperidad. Hubo un momento que marcó su vida con lágrimas y cicatrices. "A los 21 años, mientras cortaba madera, accidentalmente metí mi mano izquierda en la máquina, amputando los cinco dedos de ella.

Esto ocasionó grandes traumas en mi vida, tanto así que tuve que ir a psicólogos para intentar superar todo lo que pensaba".

Una mañana, agotado de tanto sufrimiento, decidió levantarse de su cama, ponerse su mejor ropa y buscar un nuevo rumbo.

"El amor por hacer pequeñas casas de madera jamás murió, por lo que retomé el oficio e intenté perfeccionarlas cada día más, investigando la historia de las casa de Belén, las diferentes texturas que presentaban y así poder hacer réplicas lo más exactas posibles", explicó.

Llegó el amor a su vida

Cuando tenía 23 años dice haber conocido el amor a primera vista, uniéndose en matrimonio del que nacieron dos hijos, que hoy son profesionales.

Gracias al apoyo de su esposa e hijos, Gilberto Fernández dice que ha logrado hacer hermosas casas de Belén que han sido conocidas incluso a nivel nacional y que vende con facilidad a precios que oscilan entre los 30 mil y 70 mil pesos.

Actualmente el artesano del Belenismo tiene su taller dentro del Poblado Artesanal, contando con el apoyo de la municipalidad y la Oficina de la Discapacidad, donde además de impulsar la artesanía, busca apoyar a otras personas que presentan discapacidad.

"Me dicen discapacitado, pero soy capaz de hacer todo lo que me proponga, porque la vida es más que una parte del cuerpo.

Hay que proponerse las cosas y avanzar para conquistar nuestros sueños reconociendo que todas las etapas son las que nos hacen valorar la vida", dijo Fernández.