Hicieron de la cocina andina y los planetas su especialidad
Colegio Centenario organizó una muestra anual para que sus alumnos demuestren a la comunidad escolar todo lo aprendido en las aulas. Hubo danza, gastronomía y ciencia.
En pleno patio, los niños del Colegio Centenario lucieron orgullosos sus proyectos escolares en la primera Muestra pedagógica y Gastronómica del año, donde explicaron la importancia de la literatura, sistema solar, ciencias y otros temas. Para la mayoría puede sonar algo básico, pero no para algunos apoderados, quienes a pesar de haber escuchado las exposiciones que venían acompañadas de material interactivo y maquetas, igual reprobaron a la hora de las preguntas, y es que olvidaron los nombres de algunos planetas y la función de la luna, datos que sus hijos conocían muy bien. Por ende se llevaron los aplausos de sus profesores.
los asesores
Entre todos los stands escolares, encontramos a Hans Olivares y Benjamín Alucema del quinto básico B, quienes desde muy temprano acudieron al colegio para ayudar en la cosecha de las verduras y hortalizas que cultivaron durante el año. Es que la muestra pedagógica entusiasmó a todo el curso, porque era la hora de demostrar lo aprendido. Y como si fueran verdaderos asesores agrícolas explicaron a los presentes los beneficios de una huerta ecológica y cada vez que un apoderado se acercaba a ver los productos, los pequeños daban consejos de manejo agrícola.
"Tuvimos una buena cosecha y la gente se fue feliz, porque cosechamos apios, albahacas, y rabanitos, pero también tenemos plantas ornamentales", dijo Benjamín Alucema, que junto a su amigo Hans Olivares son parte de la Academia de Forjadores Ambientales del establecimiento.
Lombrices obreras
Además de las hortalizas, Hans y Benjamín estaban acompañados por un grupo de lombrices que tímidamente se asomaban desde la lombricera.
"Son mías y están durmiendo; están cansadas", dijo Benjamín, quien comentó que espera aumentar su producción de lombrices para así donar al colegio una buena cantidad para empezar con el Humus para sustentar el huerto que hoy poseen, gracias a un proyecto.
"El año 2016 nos adjudicamos un proyecto de Fosis para crear este huerto escolar y luego este año nos ganamos otro para su mantención y continuidad, porque a los niños les gusta mucho trabajar en esto y además aprenden", dijo Héctor Cabrera, profesor.
Si bien Benjamín era como el expositor estrella, su compañero Hans era la mascota oficial del huerto, quien se encargó de obsequiar a los apoderados algunas ramitas de albahaca y otras hierbas.
El sabor andino
Entre tanta ciencia y literatura, los apoderados también hicieron su aporte y acompañaron a sus hijos en la muestra gastronómica del colegio y montaron una verdadera feria intercultural, donde sobresalió el picante, el chuño con queso, humitas, quínoa, kalapurka y otros platos que eran ofrecidos al público por algunos cursos, como el Cuarto A, de Brandon Araya y Daniel Martínez, que amablemente repartieron los platillos al público. Mientras apoderados como Juan Álvarez y Gabriela Ramos, destacaron la iniciativa, aprendieron con sus hijos y se sorprendieron con el desplante y personalidad de los alumnos.