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El Mago Flash: el fotográfo que sobrevivió a la tecnología

Tuvo su época de gloria cuando todos los documentos necesitaban una fotografía, pero con la modernización de la cédula de identidad y otros acuerdos bilaterales la demanda decayó, pero él se las ingenió para seguir vigente.
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Si usted necesita tomarse una fotografía para su licencia de conducir o para cualquier otro documento, es posible que se le venga a la mente Fotos Maury o Fotos Maravilla. Es que ambos estudios fotográficos ubicados al frente de las antiguas oficinas del Registro Civil, son las sobrevivientes de una época dorada; donde para todo documento se necesitaba una fotografía, incluso para el carnet. Sin embargo la tecnología ha modificado esa necesidad y ha hecho que el resto de los estudios fotográficos cierren sus puertas, sin embargo Fotos Maury y Fotos Maravilla se han mantenido vigentes a pesar de la baja notable en la clientela en comparación a los años 90 y 2000, donde la clientela hacía hasta fila para tomarse una foto.

Esta época la recuerda muy bien Aurelio Fernández Humire de 67 años. Un conocido fotografo que vivió esos tiempos de gloria y que hoy a pesar de la tecnología sigue vigente junto a su estudio Fotos Maravilla.

Su historia comenzó hace 60 años atrás cuando dejó su natal Putre junto a su familia para instalarse en Arica. Tenía tan solo 7 años cuando vio una naciente ciudad, donde la población solo llegaba hasta Vicuña Mackenna.

Desde joven Aurelio siempre se las ingenió para trabajar y en esas idas y venidas, fue vendedor de diarios, heladero y comerciante ambulante, entre otros oficios.

"Me tocó trabajar en varias cosas y un día de casualidad pasé por el gabinete antiguo del Registro Civil, que quedaba en Baquedano con Juan Noé, ahí había mucha gente y se me ocurrió instalar un kiosco para sacar fotocopias, vender estampillas y cosas así. Después trabajé en un estudio fotográfico, uno de los tantos que habían en Juan Noé, allí aprendí algo del oficio", contó Aurelio.

Tras ese episodio él decidió perfeccionarse en la fotografía y gracias a un fotógrafo antofagastino aprendió algunas técnicas, que mejoró con el tiempo.

Por los años 80, Aurelio se instaló con Fotos Maury, esa época las filas de los clientes era tan largas que a veces causaban tacos en la calle. Fue la época dorada de muchos estudios fotográficos. Pero la demanda de fotografías para documentos decayó con el acuerdo bilateral que permitió a chilenos pasar a Tacna y Arequipa solo con la cédula, lo cual provocó una caída en la entrega de fotos para los salvoconductos; luego llegaron los pasaportes con fotos digitales y en el año 2002, las cédulas de identidad con este mismo sistema, por lo que Aurelio convirtió su negocio en una microempresa familiar, donde su esposa de hace 32 años, Patricia Vargas, es la cajera y administradora del local en la actualidad. Local que ha sobrevivido a pesar de todo este apocalipsis fotográfico.

Ante esta situación Aurelio, no se echó a morir y tampocó cerró su estudio fotográfico y se enfocó en fotografiar a los artistas que venían al Casino Arica y al Hotel Azapa Inn, pero también se centró en cuanto evento ocurriese en la ciudad, incluso desfiles, cumpleaños, matrimonios, carnavales, bautizos o graduaciones. La idea era seguir vigente y trabajar con el mismo profesionalismo de siempre.

Y entre los retratos que ha hecho destaca uno del General Augusto Pinochet y del Alcalde Manuel Castillo Ibaceta.

En la actualidad, Aurelio tiene 44 años de trayectoria que lo avalan en su carrera, por eso sus clientes siguen prefiriendo su estudio, el cual se mantiene ordenado igual que hace 20 años atrás, pero con algo de tecnología digital que opera con la ayuda de su nieto Felipe Fernández.

"Hoy en día me mantengo trabajando en eventos, escuelas, graduaciones, etc. La gente me busca por la calidad de mi trabajo, aunque ahora con este oficio no se gana mucho dinero, pero ayuda a subsistir", dijo Fernández.

Al ver su local por fuera da algo de nostalgia, pero también de tranquilidad al saber que estudios como este han sabido sobrevivir en el tiempo. Y es que aún hay personas que necesitan de los servicios de Aurelio Fernández, en especial para fotografías instantáneas, para currículos, algunos salvoconductos, credenciales universitarias, carné de bibliotecas, permisos municipales, cédulas extranjeras o la foto familiar para enmarcar y colgar en la casa.

Ya a sus 67 años, Aurelio agradece al destino por entregarle las herramientas para trabajar hasta el día de hoy junto a su esposa, con quien tuvo 12 hijos; todos profesionales gracias al esfuerzo de un padre que hoy está de cumpleaños. Un fotografo que debido a su eficiencia fue conocido como el Mago Flash, pero hoy todos le dicen el Foto Maravilla, cada vez que lo ven en los eventos o actividades públicas, donde siempre está ofreciendo sus servicios; incluso para esta nota ofreció sus fotos y se preocupó de que tuvieran buen enfoque.