Reliquias motorizadas robaron miradas
Con motivo del cincuentenario del Club de Automóviles Antiguos de Chile se inició un rally con mucha historia que contar.
Tras las capas de pintura y alguna que otra mínima adaptación moderna, los autos del Club de Automóviles de Chile tienen mucha historia que contar. Desde Fords clásicos modelo A del año 1929 hasta un Chevrolet clásico, anduvieron ayer y el viernes por las calles de Arica atrayendo miradas.
La mayoría de esos vehículos fueron las joyas sobre ruedas de familias adineradas de esos primero años de motorización, marcaban las tendencias y haciendo soñar a quienes no tenían acceso a ese novedoso medio de transporte.
El motivo de su presencia en la ciudad fue el inicio del rally organizado por el Club de Automóviles Antiguos de Chile, con motivo de los 50 años de la institución.
Una columna de autos de colección inició viaje desde Punta Arenas hacia Santiago y una similar partió ayer desde Arica, para encontrarse ambas en la capital. "Esperamos pasar por Putre y Chungará y bajar por Iquique, Antofagasta y nos vamos a ir por la costa hasta Viña del Mar y de ahí a Santiago", explicó Manfred Olbertz Kahl, director técnico del club.
A toda marcha al encuentro
Son 10 los autos que salieron desde Arica, a los que se sumarán algunos más en Iquique y su meta es encontrarse en Santiago el próximo 4 de noviembre. "La idea es que se adhieran los clubes filiales en el camino, se junten con la columna en la ruta y nos acompañen hasta Santiago", agregó el dirigente.
"La idea es dar a conocer estos vehículos como patrimonio histórico, como testimonio del avance tecnológico del automóvil, desde su creación hasta nuestros días en que se han ido modificando. Ha cambiado todo. La idea es que las generaciones futuras conozcan estos autos, cómo eran y cómo andaban en su tiempo y demostrar que eran capaces de hacer viajes tan largos como los que estamos haciendo nosotros", enfatizó Olbertz.
Diferentes procedimientos mecánicos se llevaron a cabo en los automóviles para poder realizar la caravana con seguridad.
Desde el cambio de llantas hasta la típica revisión tecnico-mecánica tuvieron que hacer sus conductores.
"Estos autos están restaurados en su mayoría y se hacen las mantenciones periódicas como cualquier auto, pero antes del rally revisamos el aceite, si llevan engrase en el tren delantero y en el tren trasero. Hay que estar revisando los niveles de aceite en la caja y el diferencial, pero, en general, son autos sencillos que no son difíciles de reparar, pero sí es por seguridad", concluyó el dirigente del club.