Cultura ante emergencias
El fuerte sismo registrado durante la madrugada de ayer, nuevamente puso a prueba la conducta de los ariqueños y ariqueñas en torno a estos eventos. Es alentador ver que hoy se puede hablar efectivamente de una conducta sustentada en una creciente cultura sísmica que se ha ido construyendo en base a la experiencia, pero especialmente sustentada en la educación y en la información adecuada
Esta cultura sísmica se evidencia en la manera que tiene una población de reaccionar respecto de eventos de este tipo. Por ejemplo, tras el temblor de ayer por la madrugada, la comunidad esperó pacientemente las acciones a seguir. En algunos momentos hubo una evacuación calma y controlada hacia sectores seguros, especialmente por parte de la población que habita en la zona costera, anticipando cualquier alarma de tsunami que se pudiera dar. Probablemente la deuda sea la evacuación en vehículos, situación que en una emergencia mayor y concreta, podría generar atochamientos.
Sin embargo, esta misma cultura ha ayudado a que también sean muchos los ariqueños y ariqueñas que toman en consideración el lugar, el epicentro de un sismo, para saber cuándo efectivamente deben evacuar y así, evitar momentos de inquietud que pueden derivar en pánico. Ayer, por ejemplo, hubo mucha mayor tranquilidad cuando se confirmaba que el epicentro del temblor se ubicaba al interior de Arica, y no en la costa.
En el norte de Chile persiste aquella idea del gran terremoto con el que la zona está en deuda. Nuestra ciudad, nuestra región, saben de catastróficos sismos que han generado maremotos de igual magnitud. Hoy, esta experiencia no es sólo una anécdota, sino un antecedente que no sólo ha sustentado investigaciones, planes de acción y seguridad, entre otros, sino que también han sido historias ejemplarizadoras para los actuales habitantes de esta ciudad.
Eventos como los ocurridos en el pasado, y los que hoy enfrentamos, dan cuenta de lo necesario que es mantener dos imperativos: Primero, la preparación adecuada y seria, y segundo, la información pertinente y veraz.