Molestia generó el empate en que terminó el duelo de San Marcos y Ñublense donde el rival estaba con un hombre menos al momento de igualar. El propio Ariel Pereyra expresó lo que fue perder la oportunidad de alcanzar la parte alta de la tabla.

"Si bien fuimos intensos, tuve que retar a varios jugadores que seguían pasando a los laterales después de tener casi el partido cerrado. No pasó por algo físico, fue por no creer que un balón te puede hacer daño. Un balón tan tonto, porque es uno de mucho vuelo y todos se quedaron mirando. Estoy hablando de tres jugadores que se quedaron mirando mientras Hugo Bascuñán fue a atacarlo. Varas tocó al medio, metió el pase y nos complicó con un gol que encima lo habíamos mostrado en los individuales y en lo táctico fijo. Es mucha bronca, porque todos los equipos que han venido a jugar acá hacen tiempo, se tiran arriba del balón, tiran el balón. Tu puedes tener un buen equipo, a grandes jugadores, pero el fútbol es de vivos y no lo fuimos", expresó el técnico.

Ahora San Marcos volverá a tener un largo viaje hasta Puerto Montt en la siguiente fecha, tras un duelo clave donde tampoco remontaron en la cantidad de público, que solo sumó 1903 personas.