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El joven que une la ciencia y el arte con papel y lápiz

Camilo Maldonado lleva un año recorriendo el país dibujando aves. Entre trazo y trazo recuerda la vigencia que tiene el dibujo para mostrar la realidad.
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Las manos untadas de carbón tratando de pintar en el papel lo que se veía rápidamente y no perder de vista por ningún motivo el jaguar, el objeto o la persona que se tenía entre ceja y ceja, eran las consignas para aquellos dibujantes que acompañaban a los primeros expedicionarios en el siglo XVII. Viajeros como Hernando de Magallanes, e incluso el mismo Cristóbal Colón, durante sus exploraciones a tierras lejanas llevaban consigo un dibujante, quien era clave para el conocimiento sobre la naturaleza extraña con la que se encontraban a donde llegaban y para su posterior transmisión de acuerdo a su visión. A punta de ojo, estos ilustradores fueron los primeros retratistas de la realidad.

Camilo Maldonado es diseñador gráfico, pero desde hace un año se ha dedicado a la ilustración científica.

Fue el ganador del premio del público en la quinta edición de Illustraciencia, premio internacional de ilustración científica, organizado por la Asociación Catalana de Comunicación Científica (ACCC).

Todo un arte

La ilustración científica unifica tanto el arte como la ciencia para reproducir lo que se está observando. Las proporciones, la utilización de los colores y el detalle en cada trazo hacen que un dibujo de reconocimiento pase hacer una imagen hiperrealista.

Camilo señala la dedicación y el encanto que hay que tener en el arte para trazar pluma por pluma, y si bien se ha dedicado a observar durante un año las aves de Chile "saco las mejores imágenes o a través de una fotografía y después voy y la dibujo con mayor contraste, volumen y juego con la sombra, las luces y la textura".

La finalización de un dibujo puede tomar hasta días dependiendo del nivel de detalle que tenga el artista y si bien la habilidad se obtiene con constancia, pueden ser extenuantes las horas dedicadas. "Tengo dos dibujos que me tomaron mucho tiempo. Uno fue un gato andino, me contactaron unos chilenos que viven en Estados Unidos, para representar a un animal en peligro de extinción que habita en Chile, Bolivia, en la cordillera y ese trabajo me demoró cerca de 48 horas de seguido, solo paré para tomar café y una hora de descanso; y el más regalón es el picaflor cordillerano, que fueron 15 horas" explica.

No se extinguirá

Muchos han hablado de la extinción no solo de animales, sino del papel, pero nuevos artistas como este joven se han unido para no sólo dejar la evidencia de la fauna, sino que también hacen un llamado al cuidado y preservación de las especies y de una herramienta de trabajo como es el papel. "No creo que los libros vayan a desaparecer, las enciclopedias ilustradas nunca van a pasar de moda y hay que rescatar eso, conservar para que las futuras generaciones puedan conocer qué animales están en peligro de extinción y educar".

Las redes sociales se han convertido en las plataformas de reconocimiento de este artista, que al igual que los primeros expedicionarios quieren dejar su visión "trato que la gente lo pueda apreciar como si fuera la realidad".