Tras el regreso de la democracia, no han sido pocas las veces en que nuestros "representantes populares" han hecho y siguen haciendo noticias por "el uso irregular" de las asignaciones "para mejor legislar", que les otorga el Congreso, con plata de todos los chilenos, de las que hacen uso "hasta agotar 'stock'". Dadas, la reacción es la misma: constitución de comisiones pro transparencia y probidad y "lo máximo": la creación del Consejo Resolutivo para las Asignaciones Parlamentarias, que no han corregido absolutamente nada. Muy por el contrario, le dan "chipe libre" mediante antojadizas interpretaciones de disposiciones legales y/o reglamentarias, de las que hasta los "revolucionarios constituyentes" de la desilusionante bancada estudiantil -contagiados al poco andar, "post rodaje"- han salido favorecidos, como sucedió con el uso de los pasajes aéreos de los que hicieron/hacen uso para "proselitar", como si la recolección de firmas para formar un partido político o para hacer campaña pre-electoral fuesen una actividad propia de la labor legislativa.
Así las cosas, todavía sintiéndose intocables -"semi-dioses", como antaño-, con el derecho absoluto de no rendirle cuentas a nadie, se resisten a aceptar que se les investigue por el manejo de dichos fondos, como está sucediendo hoy con el requerimiento del Ministerio Público al Senado de entregar toda la información relativa a las asesorías externas de sus miembros, por esto del "copy-paste" detectado en ellas, hecho que ya causó revuelo en 2007, con el bolivariano "nanotecnólogo" sen.
Jorge Saavedra Moena