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Los amigos que apostaron por los souvenires patrimoniales

Se conocieron en la universidad, mientras estudiaban, y decidieron crear novedoso emprendimiento local.
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Una pequeña caja de madera tiene tallada en una de sus caras, el dibujo de una novia; en otra, el relato de la conocida leyenda de Azapa en español y por otros lados del cubo, aparece la historia en inglés y en Braille.

Se trata de la history box que tres amigos diseñaron con el propósito de resaltar la historia y patrimonio de la región. Juan Hidalgo (28), Nicolás Palma (23) y Eduardo Ruiz (27), son las mentes y manos detrás de Qiri, emprendimiento que busca crear souvenires para los turistas, pero con valor local.

Tal como lo dice la traducción al quechua, qiri es la madera que utiliza el artesano y que estos jóvenes usan como principal materia prima para la elaboración de piezas únicas que ofertan a través de redes sociales.

"Nos dimos cuenta que la mayoría de los souvenires que se ofrecen a los turistas son genéricos, es decir, productos industrializados que provienen de otras partes y no necesariamente responden al patrimonio de la región", explicó Juan Hidalgo, uno de los creadores.

A partir de esta inquietud, los socios decidieron fabricar productos que realmente muestren parte del patrimonio local y no sean uno más de los montones que se ofrecen en ferias y galerías.

"El desafío fue hacer productos distintos tomando los elementos distintivos de la región. Para eso decidimos trabajar con investigaciones antropológicas y arqueológicas. En este sentido, nuestras bases en el diseño no son sacadas de internet, sino de publicaciones científicas donde obtenemos información real y la traspasamos a los productos".

De esta manera, Qiri ha logrado armar una línea de nueve recuerdos, donde además de la history box, destacan los dominó, los posa vasos, llaveros y portacelulares, entre otros.

La catedral: la joyita

Los tres amigos se conocieron en la universidad donde estudiaron la carrera de diseño. Luego de egresar, decidieron unirse para dar vida a Qiri. De eso ya ha pasado un año.

"Quisimos ser independientes y crear nuestra propia fuente de ingresos. Sabemos que es un camino difícil, donde tenemos que trabajar más horas al día y aprender de otras áreas para hacer nuestros productos. Ha sido una verdadera aventura", dijeron.

Y es que los tres se potencian en los diferentes procesos: El diseño, la confección con máquinas de corte láser, la administración y la venta.

Cuentan que uno de los primeros productos fue una réplica de la Catedral San Marcos, que es armable y que es hoy en día, uno de los productos estrella del emprendimiento.

"Se trata de una réplica volumétrica que incluye instructivos sobre el armado", detallan.

Los jóvenes confiesan que les gustaría trabajar con madera de la zona, razón por la cual ya están en contacto con productores del valle. Asimismo, les gustaría incursionar en otras materias primas como acrílicos, telas y cartones. "Si bien la madera es nuestro fuerte, nos gustaría probar otros productos que mezclen la artesanía con la tecnología. Para ello ya estamos trabajando con realidad aumentada para que a través de los dispositivos móviles se puedan integrar modelos 3D", anunciaron.