Lamentable fue lo sucedido ayer domingo 10, con ocasión de "Te Deum Evangélico", con asistencia de nuestra Presidenta Michelle Bachelet y altas autoridades.
Afuera del templo se le gritó "Asesina", y adentro, como si hubiese sido una encerrona, fue criticada por la ley que despenaliza el aborto por causales y por las iniciativas sobre matrimonio igualitario e identidad de género, en actual trámite legislativo. No fue el lugar ni la forma. Así de simple. Sentido común.
Ciertamente, tampoco se esperaban loas para con ella, pero los reparos pudieron hacerse de manera más sensata y cristiana y habrían tenido más efecto, aunque lo hecho, hecho está, y lo por venir, vendrá. Guste o no.
"Prensa e historia"
Sin lugar a dudas la prensa escrita de nuestro país es una fuente inagotable de información para la investigación histórica en nuestro país.
No es menor que diferentes medios escritos, especialmente los de carácter local, reflejan una sinnúmero de facetas y acontecimientos que son reflejo del quehacer de la sociedad, sus alegrías, penas y esperanzas, los sueños y avances de que todo habitante de nuestro país de una u otra forma somos partícipes.
No es menor que el diario más antiguo en lengua Hispana aún vigente sea El Mercurio de Valparaíso, decano de nuestro periodismo en sus 190 años de trabajo ininterrumpido.
La opinión pública difundida es parte de los tiempos y contextos en que se desarrolla la historia, apasionarse leyendo distintas posiciones nos hace comprender los procesos históricos, aquellos que nos generan un sentido de república y sentido cuando parece que todo está siendo relativizado.
Estado laico
Chile habla cada vez con más propiedad de ser un Estado laico. Lo dicen sus autoridades, sus políticos, especialmente cuando se trata de decidir sobre temas valóricos. No se entiende entonces cómo ocurren impasses como el del Te Deum. Si se mezclan la política y la religión, cada cual con sus intereses, tendremos siempre conflictos como los que se han visto últimamente.
Jorge Saavedra Moena
Francisco Sánchez
Historiador
José Miguel Aracena