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Actualmente la región presenta la más alta tasa de notificaciones a nivel nacional

VIH/Sida: El mal al que los ariqueños le perdieron el miedo

Un sector de la juventud hace la vista gorda al peligro de contraer la enfermedad, mientras un porcentaje de mujeres en la región omite el uso del preservativo por su confianza en la pareja.
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En Chile, por cada cien mil habitantes, 16 están contagiados con VIH/SIDA. En Arica y Parinacota, por la misma cantidad de habitantes, 41 tienen el virus.

Según el Informe de Situación Epidemiológica VIH/SIDA correspondiente al 2016 de la Seremi de Salud, desde el año 1999 las tasas de notificación - es decir, la comunicación una vez confirmado el diagnóstico- de esta enfermedad en la región son más altas que el indicador nacional. En los hombres el grupo de mayor riesgo se sitúa entre los 20 a 29 años, mientras que en las mujeres, entre los 40 y 49 años. En cuanto al tipo de transmisión, en las mujeres el 100% se debió a relaciones heterosexuales. En los hombres, en tanto, un 50.7% se debió a relaciones homosexuales; 33.7% a relaciones heterosexuales y un 9.3% a relaciones bisexuales.

Para la seremi de Salud, Giovanna Calle, el aumento en la región, que casi triplica la tasa nacional, no es algo nuevo. "Se trata de una realidad que está presente y que por tanto, hay que llamar a la comunidad a tomar conciencia del riesgo al que estamos expuestos".

En este sentido, comentó que al comparar el último quinquenio (2012-2016) con el anterior, se observa que las mujeres de la región presentan un aumento de un 59,1% en las tasas de notificación, frente a un 12,1% a nivel nacional. Para el caso de los hombres, en estos mismos periodos, el incremento en la región fue de un 31,2% y el país de un 37,9%.

"Son las consecuencias de mantener conductas sexuales no seguras, pues si antes teníamos cada seis hombres una mujer infectada, ahora tenemos que por cada tres hombres, hay una mujer con VIH", sostuvo.

Sukilay Álvarez, integrante de la Red de Acción por los Derechos de las Mujeres y consejera VIH, comentó que abordar el VIH/SIDA desde las mujeres es un tema que aún está al debe. "Nos damos cuenta que en el último tiempo van apareciendo más mujeres enfermas. Ahora ¿cómo le explicamos a una mujer que lleva años casada que hay que preocuparse y tener medidas de protección si nunca lo tuvieron contemplado?"

Valores e inmunidad

En relación a la motivación por la cual los consultantes se toman el examen, durante el 2016, se observa en las mujeres que los principales motivos fueron por morbilidad (enfermedad) (28%), seguido de control de embarazo (24%) e iniciativa propia (20%). Para los hombres, en primer lugar está la iniciativa propia (42%), seguido por morbilidad (22,2%) y en tercer lugar por hospitalización (13,6%).

La consejera manifestó que en el caso de las mujeres, la forma de enfrentarse a la enfermedad pasa por un tema valórico. "Pensamos en conceptos como el amor, la fidelidad y el compromiso, que lamentablemente, no nos hacen inmunes. Está el sentido de negación donde digo 'esto no me va a pasar, porque tengo una familia y mi marido es lo mejor'. Pero cuando nos damos cuenta de que estos no son los factores que inciden en la adquisición del virus, me permite visualizar el riesgo y es ahí donde tenemos que promover la prevención".

En este contexto, el mismo informe de la Seremi de Salud detalla que al consultar por el uso del preservativo 12 meses antes del diagnóstico de VIH/SIDA, un 65.4% de las mujeres afirmó nunca haber utilizado el condón; 15.4% a veces y cero mujeres, siempre. En cuanto a los hombres, 45.3% afirmó usarlo a veces; 33.3% nunca y 13.3%, siempre.

"El desafío es desmitificar el condón y hacerlo amigable, trabajar con técnicas que permitan ver al preservativo como algo habitual, incluirlo como parte de la intimidad y no como un tercero que echa a perder la relación. Así empezamos a trabajar y aunque ha costado, insistimos", explicó Álvarez.

Camila es trabajadora sexual. Ejerce desde hace unos cinco años aproximadamente y aunque cuenta que ella es sumamente cuidadosa a la hora de tener relaciones sexuales, utilizando preservativos tanto en la práctica oral como en la penetración, muchas de sus colegas "transan" el dejar el condón de lado a cambio de más dinero.

"Si un cliente pidiera un servicio sin cuidado, las colegas lo hacen por un valor adicional. Yo no lo hago, pero sí sé de trabajadoras que a cambio de lucas lo hacen".

Una opinión similar tiene Mayte, trabajadora de una casa de citas. "Si un cliente quiere una relación sin preservativo, se puede conversar, llegar a un trato. No es la idea, pero se hace, aunque estamos conscientes de que es una práctica riesgosa, muchas aceptamos".

Sandra Bravo, activista en derechos humanos y monitora social en género, manifestó que desde las organizaciones de la sociedad civil, hace más de 15 años sienten que las campañas son insuficientes, temática que han tratado con las autoridades correspondientes. "Es indispensable la educación sexual en los establecimientos educacionales desde la enseñanza básica. Hay que entender que no es descabellado que una niña o niño conozca el uso del preservativo desde temprana edad, es más, es estrictamente necesario", dijo.

Sólo la mitad

Sukilay Álvarez tuvo la oportunidad de realizar una tesis durante el 2016 relacionada con la percepción que tienen los jóvenes de un liceo ariqueño en relación a la educación sexual y prevención del VIH. Para estos efectos, entrevistó a 99 adolescentes entre 13 y 18 años.

"En este trabajo descubrí que solo el 50% de los jóvenes utiliza preservativo en una relación sexual y pasa básicamente porque por décadas nos han dicho que tener relaciones con preservativo es como bañarse con calcetines. La idea es cambiar este discurso e incluir el condón en las relaciones", manifestó. El estudio demostró que un 27% de los encuestados utiliza preservativo en la primera relación sexual y un 62% no lo hace. Por otra parte, 50% de los adolescentes confesó no tener pareja; 46% sí y 4% dijo estar conviviendo. Del total, el 81% conoce sobre VIH/SIDA y 8% no conoce; mientras que el 82% reconoce que es importante saber de VIH/SIDA, pese a que la mayoría asegura no haber tenido clases de educación sexual y prevención del VIH/ SIDA en los últimos 12 meses.

"Da lo mismo si uno tiene una pareja o tiene 20, el tema es que exista la protección adecuada que garantice el placer saludable. Hay que considerar que un 87% de los encuestados manifestó consumir drogas y/o alcohol, sustancias que desinhiben y pueden llevar a un sexo sin protección", estimó.

Vivir "la vida loca"

Un poco más de 20 años tenía Juan Luis Castillo (55) cuando contrajo la enfermedad. Recuerda que al conocer el diagnóstico, el mundo se le vino encima, pues de inmediato asumió que tenía los días contados. Treinta años han pasado y entre medio, optó por el camino de ayudar a otros que, como él, tienen SIDA. Creó las agrupaciones Juntos por la Vida y Lazos de Vida. En esta última, entrega apoyo y contención a los enfermos y sus familias.

"Los jóvenes hoy en día no le tienen miedo al SIDA, están muy liberales y tienen sexo con hombres y mujeres sin protección. Saben que hay tratamiento, medicinas que te aseguran una larga vida y por otra parte, asumen que nunca les va a pasar algo así. Se creen inmortales".

Esto es algo similar a lo que le ocurrió a él, que confiesa haber vivido "la vida loca", algo que finalmente, le pasó la cuenta. Y aunque ahora confiesa llevar el tratamiento al pie de la letra, los primeros años no fueron fáciles, ya que existía la famosa lista de la muerte, donde solo 22 pacientes tenían cupo para ser tratados en la enfermedad, mientras que el resto debía esperar a que uno de ellos falleciera para poder optar al cupo que quedaba vacante. Así, le tocó ver morir a varios. Más de 80, asegura.

"Llevar esta enfermedad no es fácil y esto poco se maneja entre los jóvenes, por eso hay que temerle al SIDA. El tratamiento antiviral en algunos pacientes produce efectos colaterales como el colesterol alto y se tapan las arterias y por lo mismo, muchos que viven con SIDA tienen problemas coronarios. El tratamiento puede ser fácil tomarlo, pero a la larga produce mucho daño".

Castillo destacó que otros efectos de la triterapia pueden ser la aparición de neuropatías periféricas y lipodistrofia, entre otras afecciones.

"Uno no muere de SIDA, sino que a causa del SIDA, porque el virus baja el sistema inmunológico. Por eso quise ayudar a otros a enfrentar la enfermedad y por algo estoy vivo.

Me considero una persona feliz y tranquila, que valió la pena vivir con esta enfermedad porque conocí a muchas más personas que cuando estaba sano", dijo.

"no nos va a tocar"

En Arica y Parinacota entre 1990 y 2016 se han notificado 1.074 casos, de los cuales 623 (58%) fueron notificados en etapa VIH y 451 en etapa SIDA (42%). Al respecto, las autoridades sanitarias destacan la importancia de tomarse el examen para, primero, conocer si es que se está infectado y, segundo, someterse a tratamiento si es necesario.

El Centro Comunitario Regional de Información, Prevención y Apoyo a la Consejería (Cripac) es el único a nivel nacional y gracias a su existencia, se ha logrado triplicar la toma de exámenes, donde solo con el carné de identidad es posible que profesionales tomen una muestra de sangre para realizar el Test de Elisa, que indica si existe la presencia del virus. Este centro también realiza consejerías, donde se entrega orientación y apoyo.

"La gente en general está al tanto de la enfermedad y sabe cómo se contagia, nos damos cuenta de eso cuando hablamos con la comunidad. El problema es que no se percibe el daño al que estamos expuestos, pensamos que no nos va a tocar. Hoy sabemos que no es así, que el problema no es solo de ciertos grupos, sino que es transversal y todos podemos contraer la enfermedad", comentó la seremi Calle.

Por otro lado, destacó la importancia de adherirse al tratamiento, apenas se conozca que uno es portador del virus. "El llamado es a ser responsables con nuestra sexualidad y utilizar el preservativo de manera eficiente. Segundo, tomarse el examen en forma preventiva y periódica si se sabe que existen conductas de riesgo y si sale positivo, es importante la adherencia al tratamiento para no infectar a otros". Por otro lado, en materia de educación se trabaja en la elaboración de perfiles de los docentes o encargados de hacer educación sexual en los colegios, junto con analizar en qué asignaturas se tocan estos temas, ya que a veces se hace desde la biología y otras desde la religión. Además, el Programa Nacional de Convivencia Escolar contempla también la sexualidad, por lo que se está analizando la posibilidad de incluir más talleres y capacitaciones en el currículo escolar.

"Para este año se contempla como Seremi de Salud continuar con la pesquisa en terreno a través de operativos de salud, formación de nuevos facilitadores en prevención en población aymara y jóvenes universitarios, actualización en temáticas de infecciones de transmisión sexual para derivación y pesquisa precoz, capacitación de médicos generales de zona, campañas de difusión en frontera Chile y Perú, entre otras", sentenció Calle.