G anapati Das (36) es el nombre espiritual del hombre que realiza terapias sonoras a través de los cuencos tibetanos.

Fue bautizado así por su maestro espiritual, quien decidió renombrarlo como "el que rompe los obstáculos" debido a sus cualidades.

Se hizo monje Hare Krishna al cumplir la mayoría de edad y luego estudió Gastronomía.

Cuenta que la búsqueda espiritual siempre estuvo presente en su vida, además de que siempre ha estado ligado al arte, ha buscado de forma constante nuevas filosofías de vida que lo llenen espiritualmente.

Trabajó como cocinero en el restaurante Govindas cuando este local estaba ubicado en San Marcos, ahí se especializó en la comida vegana y vegetariana. "Soy un buscador de equilibrio en esta vida, después de conocer a los devotos krishna conocí otras filosofías de otras comunidades. Estuve en Bolivia, Perú y Argentina. Estudié un curso de profesorado de yoga integral en Buenos Aires. Durante ese tiempo conocí a un monje budista y él estaba impartiendo un curso de reiki, me instruí sobre eso y adquirí los cuencos tibetanos en 2011".

En los centros médicos Sinaí y Yungay desarrolló las terapias de biomagnetismo, asesoría nutricional, reiki y terapia sonora con cuencos tibetanos.

Luego se independizó. Asegura que una de las principales causas por las que asiste la gente a su consulta es por el estrés. "Viene gente agobiada por todo tipo de problemas emocionales, espirituales, depresión, pero lo bueno es que existe una alternativa para eso. No soy médico, por lo tanto, nunca le pediré a una persona que está en algún tratamiento a que lo deje. La terapia de sonido y el reiki pueden complementarse, ya que no existen contraindicaciones y pueden realizarla personas de todas las edades".

A través de la terapia de sonidos con cuencos tibetanos, Ganapati explica que se alinean los chakras (puntos energéticos de nuestros cuerpo), se limpia el aura y se trabaja con las emociones.

La duración de la consulta personal es de una hora, donde el terapeuta practica el reiki por sobre el cuerpo del paciente y ahí va sintiendo el estado de los chakras.

De acuerdo a esto, va utilizando cada uno de sus 7 cuencos tibetanos (uno para cada chakra) con el fin de equilibrar la energía del paciente y estabilizarla.

La sanación que se desarrolla mediante esta terapia varía en cada persona. "No soy yo el que sana, es la divinidad, soy un simple hilo conductor. Hay quienes a la primera sesión ya dicen que están bien, que ven luces y colores, otras se demoran más".

Ganapati además desarrolla círculos de sonido gratuitos en espacios abiertos, las fechas las informa a través del Facebook (Cuencos Tibetanos Arica).