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Supernova y Stereo 3 renacen con fiestas kitsch que llegan hasta Arica

Artistas recuerdan que en los 2000 la piratería dejó "en el aire" a muchas bandas que trabajaban con sellos discográficos.
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Desde el 2013 Constanza Lewin invitó a Constanza Lüer a reactivar el proyecto de Supernova con el propósito de cantar temas de la primera (1999) y segunda (2002) generación.

A estas fiestas esporádicas se sumó a finales de 2015 el ex integrante de Stereo 3, Vittorio Montiglio, quien sumó al repertorio kitsh las canciones de la boyband del 2001.

El show retro de los tres artistas ha tenido una buena recepción del público y es por ello que durante el viernes llegaron hasta la ciudad con toda la magia de la nostalgia que a los veinteañeros y treintañeros les hace recordar su adolescencia.

Y es que Maldito Amor y Atrévete a Aceptarlo se han vuelto himnos musicales que incluso han traspasado generaciones.

Siempre vigentes

Vittorio, quien luego de Stereo 3 estudió publicidad y siempre estuvo ligado a la música, comentó que las bandas de la época de Stereo 3 y Supernova, tales como Glup o Canal Magdalena quedaron en el inconciente colectivo de Chile.

"Llega un punto en la noche en que en las fiestas igual tocan retro o Kitsh y a los más chicos igual les pega esta música".

Constanza Lüer, quien actualmente vive en Mendoza (Argentina) donde realiza doblajes, jingles y clases de música, comentó que las fiestas Kitsh que comenzaron a masificarse hace bastantes años en Santiago, ayudaron a hacer renacer a estas bandas disueltas.

De los sellos a la autogestión

Vittorio piensa que el fenómeno de la piratería ocurrido entre el 2000 y 2003, fue uno de los grandes impulsores de la desaparición de las bandas que se manejaban con grandes sellos discográficos que producían y gestionaban desde aparición en medios hasta el look que debían llevar.

"Después del 2000 quebraron todos los sellos grandes en Chile y quedaron muchas bandas en el aire. Sólo algunos se independizaron e hicieron sus propias producciones".

Constanza manifestó que esa transición fue difícil porque toda la gestión pasaba por el sello.

"Nos hacían todo, nosotros no hacíamos nada. Nos pasaban un agenda que funcionaba al pie de la letra y ordenada, no existía la autogestión. Éramos un producto súper bien trabajado, se encargaban desde el video clip hasta del estilista. Hoy los artistas tienen que luchar por financiar un video clip".

Si bien hoy los tiempos han cambiado y han logrado reinventarse, son nuevos los desafíos.

"Ahora lo positivo es que todo es más barato. A principios del 2000 salía carísimo grabar un disco, ahora la gran mayoría de los músicos tiene su home studio. Además ahora está la edición digital que es más económica, antes nosotros filmábamos los video clips y se tenían que revelar", agregó Vittorio.

La fiesta del recuerdo se realizó ayer en Sunset y hoy se presentan en Divasto de Iquique.