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En la puerta del horno no solo salía pan, también droga

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"Me dediqué a traficar para agrandar mi negocio" fue lo que declaró el dueño de una panadería que funciona en Amador Neghme. El hombre junto a su pareja fueron detenidos la tarde del miércoles en un allanamiento que realizó el equipo Microtráfico Cero de la PDI.

Cuando ingresaron al local, encontraron en un mesón al lado del pan recién amasado no precisamente harina sino enrollado en papel de diario pasta base de cocaína, además de coladores, papelillos, bolsas de nylon y otros elementos para la dosificación de droga.

Según los antecedentes expuestos en la audiencia de formalización por el fiscal Mario Concha, el allanamiento se realizó producto de una investigación de más de cuatro meses que dejó al descubierto que dicha panadería no solo vendían pan sino también droga para abastecer a consumidores y microtraficantes del sector.

Los encargados del local hacían pan, pero al mismo tiempo vendían cocaína base y cannabis. El persecutor expuso que también allanaron la casa de ambos imputados, ubicada en la Población Chinchorro Oriente donde incautaron 98 comprimidos de Diazepam. El total de la droga incautada arrojó casi medio kilo de pasta base de cocaína.

Los dos imputados fueron formalizados por el delito de tráfico de drogas; el persecutor solicitó la prisión preventiva para ambos. El defensor público Gabriel Apaz se opuso a la medida para su representada, por considerar que no existirían antecedentes para acreditar su participación. El juez Juan Araya solo decretó que el hombre, Alexis Hidalgo, fuera trasladado a la Cárcel de Acha.

Hombre contó cómo fue víctima de un portonazo

Aseguró que su vehículo fue encontrado por conductores de radio taxis.
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"Nunca pensé que esto me iba a ocurrir a mí", expresó un empresario ariqueño, quien contó que fue víctima de un portonazo en el casco antiguo de la ciudad.

Reconoció que aún está asustado y que tiene temor que le vuelva a ocurrir lo mismo. La víctima, de iniciales M.A.V. de 65 años, contó que a eso de las 23:30 horas, cuando fue a guardar su auto, un Nissan Primera, en un estacionamiento ubicado entre San Marcos y Yungay, se bajó del móvil, estaba abriendo el candado cuando vio pasar a tres sujetos, y uno de ellos le dice al otro: "Ahora sí".

El empresario comentó que no le dio importancia hasta que vio que uno de estos sujetos se subió a su auto.

"Salí corriendo y alcancé a meter el brazo por la puerta del conductor. Me arrastró como 40 metros, cuando vio que iba a chocar contra un grifo frenó y mi cuerpo se fue contra la cuneta, caí al suelo y aceleró de nuevo y una de las ruedas me pasó cerca de la cara", señaló la víctima.

Contó que quedó shockeado, sin saber qué podía hacer, cuando en ese momento se le acercó el conductor de un radio taxi y le dijo que se subiera al auto, ya que había visto todo. Cerca de la Gobernación Marítima, se encontró con una patrulla de Carabineros, hizo la denuncia, le tomaron declaración y luego fueron a sacar fotografías del estacionamiento.

Comentó que en todo momento el taxista lo acompañó y que después le pidió su número de teléfono. "Él me dice que me quede tranquilo que junto a sus otros colegas iban a buscar el auto. Llegué a mi casa cuando a eso de las tres de la mañana recibí una llamada del 256000 y me dicen que encontraron el auto, pero que los sujetos huyeron cuando quedaron encerrados por varios radio taxis".

"No me robaron nada, mi auto estuvo como cuatro horas en poder de estos delincuentes", planteó la víctima. Como medida de precaución contó que se cambió de estacionamiento por considerar al sector peligroso.