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Belia Pérez: la enfermera chilena que atendió a Elvis

La antofagastina estaba en su último año de carrera en Estados Unidos cuando Presley cantó en San Antonio. Elvis se había dañado sus dedos en una baranda y le dio primeros auxilios. El rey le dedicó "Love me tender", en pleno show.
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El pasado 16 de agosto se cumplió 40 años de la muerte del gran Elvis Presley, el Rey del Rock. En el mundo y en el país se realizaron diversos homenajes para recordar a la estrella estadounidense, en donde los fanáticos se reunieron para recordar sus más icónicas canciones y las películas en las que actuó, soñando con ser más de algún extra para poder decir que alguna vez estuvieron junto a él.

Sin embargo, existe una antofagastina que tuvo el honor de estar junto al Rey del Rock. A sus 87 años, la enfermera -y ultra fanática de Elvis- Belia Pérez, aún recuerda con claridad absoluta el momento en que atendió a Elvis Presley en San Antonio, Texas, en Estados Unidos, cuando se encontraba en su último año de enfermería por el año 1954.

"Elvis iba a dar un concierto ultra masivo en el Coliseo de San Antonio. Recuerdo que todas mis compañera estábamos súper emocionadas por el hecho de que iba a estar Elvis en la ciudad", recuerda Belia.

Sin embargo, no todo era miel sobre hojuelas para las estudiantes de enfermería, ya que muchas de ellas ya estaban trabajando y el día en que se iba a realizar el concierto, iban a tener turnos.

"Yo era una de las que les tocaba trabajar, así que hablé con la directora y le dije que ésta era mi única oportunidad de ver al Rey del Rock, porque ya faltaba muy poco para devolverme a Chile", comenta Belia.

Ante el escenario, la directora le preguntó si de verdad era su turno de trabajo y Belia le respondió que sí, por lo que la directora le dijo que la organización del evento pidió estudiantes de enfermería para conformar equipos de primeros auxilios y que se inscribiera para poder asistir al espectáculo.

"Le expliqué que yo quería ver a Elvis y que si me inscribía para ir a atender a las personas no iba a poder estar en el show y me contestó 'pero vas a estar en el mismo lugar que Elvis Presley, por lo menos lo vas a poder escuchar', así que me convenció y me inscribí", manifiesta la fanática.

Belia narra que a los días después le avisaron que quedó en el equipo de primeros auxilios, pero que no pagarían por el trabajo. "¡Yo acepté igual, estaba encantada!", exclama.

Día del Encuentro

A las cinco de la tarde Belia llegó al coliseo junto a una compañera de carrera. "Nos llevaron súper temprano para conocer las instalaciones y saber en qué lugar íbamos a estar atendiendo", dice.

Además comenta que también debían ver al público que iban a atender. "En ese entonces las chiquillas se desmayaban con tan solo verlo", cuenta Belia.

Cuando ya eran las siete de la tarde, Belia explica que sintió un ruido ensordecedor. "Estaba todo el público gritando, habían unas 50 o 60 mil personas en el recinto y ya estaban todos vueltos locos por la salida al escenario de Elvis", expresa y comenta que en ese momento sintió una envidia enorme por no poder estar disfrutando con el resto de las personas de la presencia de Elvis Presley.

Sin embargo, Belia recuerda que hubo un momento de mucho silencio y que todos en la enfermería se miraban entre sí para saber que estaba ocurriendo y preguntándose el por qué el Rey del Rock no estaba cantando, hasta que escucha que alguien grita: "¡Elvis viene hacia acá!". "De repente se abrieron las puertas y entró mucha gente, policías, guardaespaldas y en medio de ellos estaba Elvis", rememora.

Astilla

Cuando el Rey del Rock realizó el concierto en San Antonio, ya era un cantante muy reconocido y tenía muchas fanáticas. Es por esto que para el show se pidió que el escenario fuera en una plataforma alta para que todo el público lo viera y así él no le daría la espalda a ninguno de sus fanáticos.

"Al parecer, la escalera la hicieron en el último minuto, porque Elvis al momento de subirlas se apoyó en el pasamanos y al recorrerlo se enterró una astilla en el dedo de al medio de la mano derecha", explica la enfermera.

Ante esto, trataron de sacarle la astilla pero fue imposible por lo que tuvieron que recurrir a las enfermeras. Belia y su compañera estaban en la primera sala por lo que Elvis recurrió a ellas para que le examinaran el dedo.

"Él era hermoso, muy blanco, sus ojos eran de un color azul profundo y su pelo era muy negro. Era alto y lo vuelvo a repetir, muy hermoso y olía pero exquisito", recuerda Belia el momento en que tuvo a Elvis Presley en frente.

Como toda una profesional, Belia atendió a Presley. "Él me mostró la mano y le pedí que se sentara. Estaba temblando entera porque de verdad que yo soy muy fanática de él. (...) Le dije que le tenía abrir un poco el dedo para sacarle la astilla porque la tenía muy profunda y era larga, me preguntó si le iba a doler y yo le dije que sí, pero se comportó como todo un caballero", explica emocionada.

Cuenta que al momento de sacarle la astilla, le dijo "ésta la voy a guardar de recuerdo" y Elvis se puso a reír.

"Me dijo 'no, yo le voy a dar otra cosa de recuerdo' y le habló a alguien y le dio unas fotos y las firmó para nosotras. Yo estaba en el cielo, fue muy caballero y muy simpático con todas nosotras", dice Belia.

Dedicatoria

Pero el encuentro no terminó ahí, ya que el artista les preguntó si iban a ver el show y ante la negativa de las enfermeras, él les dijo que les dedicaría una canción.

"Nos pidió nuestros nombres, yo le di el mío y lo encontró muy bonito. De ahí nos preguntó qué canción nos gustaba más y yo le dije "Love me tender" y mi compañera "Only you".

Al momento de despedirse, Belia dice que Elvis lo hizo con un beso en la mejilla y les dio las gracias por atenderlos. "Le dijimos que por el contrario, ¡Nosotras le agradecíamos por haber ido!".

Cuando ya se inició la segunda parte del espectáculo, Belia comenta que escuchó cuando les dedicó la canción. "Él dijo:_"No sé si usted es saben que tuve un accidente, pero me atendieron dos enfermeras que fueron muy gentiles conmigo y ni siquiera tengo dolor, no me ha impedido tocar la guitarra. Es por eso que quiero dedicar para ti Belia que está allá abajo, ésta canción" y comenzó a cantar Love me Tender", rememora.

Belia comenta que se convirtió en la envidia de sus compañeras que no aceptaron trabajar ese día en el concierto. "Nos entrevistaron los diarios de la ciudad y la astilla quedó como reliquia en la universidad".

Muerte

"Elvis nació el mismo día que yo, el 8 de enero, aunque unos años después", explica.

La muerte del cantante caló hondo en el corazón de Belia. "Ese 16 de agosto fue unos de los días más tristes de mi vida. No sentí que haya muerto el artista, si no el ser humano. La verdad es que para mí era una persona muy importante. Fue como si falleció alguien cercano", dice.

Una anécdota que Belia guardó celosamente por más de 50 años.