Era lógico que, tras el anuncio del Gobierno de permitir el pasaje de metro rebajado permanentemente para los adultos mayores en Santiago, en las regiones también se hicieran escuchar las voces de los más grandes debido a las diferencias de trato que se perciben en la capital respecto de quienes están en provincias.

Eso sí, no se pueden dejar de considerar las diferencias que existen entre vivir en Santiago y en una capital regional como Arica, por ejemplo, respecto de la calidad de vida marcada por ejemplo, con variables como las distancias, los tiempos, el clima y el acceso a la locomoción colectiva. La vida en Santiago puede resultar particularmente dura para las personas mayores.

Sin embargo, aquello no excluye las dificultades que también enfrenta el mismo grupo etario en ciudades que no son una gran metrópolis. En Arica, por ejemplo, hay sectores en donde sólo hay recorridos de microbuses, y en otros sólo de colectivos. Hay otros en los que los recorridos son irregulares, y otros en donde simplemente la locomoción no pasa.

El sistema de transportes no está especialmente pensando en los adultos mayores; Accesos, paraderos, recorridos, frecuencias y ahora, tarifas dan cuenta de esta realidad. Finalmente son ellos quienes deben adaptarse a un servicio que, en muchas oportunidades, responde más bien a una lógica de negocios.

Por lo menos, respecto de las tarifas en la locomoción colectiva ya han aparecido algunos legisladores interesados en que la extensión de las rebajas como norma para los adultos mayores no se quede sólo en Santiago y en apenas unas cuatro ciudades de nuestro país.

En Arica, Ruth Flores, presidenta de la Unión Comunal de Adultos Mayores "Arica Región", que integra a 500 personas, dijo que "lamentablemente sólo se acuerdan de Santiago y no de los abuelos de regiones", reflejando el sentimiento que embarga a cientos de vecinos ariqueños que advierten beneficios en la capital, que no se extienden a regiones.

En muchas grandes ciudades de nuestro país, se espera que beneficios como éste no se queden sólo en Santiago, sino que se extiendan a regiones.

La Cámara Chilena de la Construcción se ha embarcado en un tema complejo y, a veces, difícil de digerir y que podría tener enormes implicancias para cambiar el rumbo del país y la región: la descentralización.

La propuesta de la CChC para un Chile descentralizado al 2030 busca ser un aporte a la discusión sobre el desarrollo armónico y disminución de las desigualdades, destacando el hecho que el modelo actual de desarrollo y competitividad actual genera inequidades en todo el país.

La propuesta está construida en base a 3 procesos claves:

-Fortalecimiento de Capacidades Locales y Territoriales, como un elemento para instalar procesos de cambio y traspaso de competencias;

-Descentralización, como impulsores en administración, fiscal y política;

-Participación Ciudadana, con un control y empoderamiento democrático de la ciudadanía.

Hoy, nuestros socios de CChC están conversando primeramente con la comunidad, con sus contactos directos, con amigos, trabajadores, empresarios, políticos, autoridades, académicos; en definitiva tomando la información a diversos niveles. Posteriormente realizaremos encuentros específicos privados para terminar con un documento que, al igual que las otras 17 cámaras regionales, entregarán su visión para presentarle una propuesta al próximo gobierno; pero no solamente hablando de descentralización nacional, sino que también dentro de nuestra querida región.

Quizás, uno de los grandes desafíos es cómo salir del control central, pero sin caer en las manos de gente poco capacitada a nivel regional, es más, con personas que solamente buscan el enriquecimiento personal y el poder. En Arica y Parinacota tenemos tristes ejemplos que nos han hecho famosos a nivel nacional.

¿Cuál es nuestro sueño? Lograr que al 2030 Chile sea un país con regiones y localidades con desarrollo armónico, con mejores oportunidades y menores desigualdades, económicas, sociales y territoriales. Porque creemos que construir y descentralizar Chile y en especial Arica y Parinacota es obra de todos ¿Soñemos juntos?