La historia reciente de las relaciones entre Chile y Bolivia ha estado cargada de tensiones e intercambios no necesariamente amistosos. Los reclamos de los cuales el Presidente Evo Morales ha sido especialmente protagonista, sus declaraciones de prensa y en redes sociales, la discusión instalada en La Haya y ahora, el caso de los ciudadanos bolivianos que fueron capturados en nuestro país por un ingreso ilegal, y las acusaciones de contrabando de vehículos, entre otras diferencias, son ingredientes determinantes para analizar el momento entre ambos países.

Sin embargo, en medio de esta tensión, son los valores humanos más fundamentales los que en ocasiones, hacen la diferencia y cambian los escenarios y la conversación. Y es así como se han ido escribiendo también otras historias, aquellas distintas y que respaldan el uso de conceptos como hermandad, que por lo general no se ven refrendados en los grandes hechos.

Hace sólo unos días, una de aquellas historias cargadas de humanidad se escribió en el sector del paso Fronterizo de Chungará, donde dos funcionarios de Carabineros le salvaron la vida a un policía boliviano. Se trata del teniente Shintaro Tsukame Meneses, de 28 años, quien además de carabinero, es aspirante de la Tercera Compañía de Bomberos Arica; y del suboficial Bernardino Martínez.

Ambos no vieron fronteras al ir en ayuda de una persona que efectúa una labor similar a la de ellos, en el mismo sector. Tampoco el problema de salud o la vida que se le iba al policía boliviano veía fronteras. Simplemente era una emergencia ante la que había que actuar con la mayor vocación, empatía y humanidad.

Es claro que las relaciones internacionales entre dos países están construidas sobre antecedentes, hechos y realidades que van mucho más allá de casos como éste. Sin embargo, también es claro que intereses supremos y comunes puede terminar por unir no sólo a personas, sino que también a pueblos, cuando existe empatía y respeto. Pueden haber historias escritas y decisiones adoptadas, pero si se pueden salvar vidas, también se pueden mejorar los diálogos.

6 DE AGOSTO DE 1980

En una significativa ceremonia, el intendente regional, general Guillermo Toro Dávila, declaró ciudadana de la región de Tarapacá a la presidenta de la asociación Iquique de la Cruz Roja, Marta Marchic de Espiridión, con motivo de cumplir 36 años de voluntariado en la institución.

Harto se habla de la costanera norte sin luz, pero desde Arenillas Negras al sur, el asunto se va a negro. De hecho, bien se agradece una enorme publicidad luminosa de la bebida Oro en el restaurante Fascinador, que harto alumbra.

En el verano de 1993, como Profesor de Geografía y Planificación Turística de la Universidad Sek de Santiago, desarrollé un estudio tendiente a conocer el "perfil del turista" que visitaba el Parque Nacional Lauca.

Determiné patrones de comportamiento, consumo, gasto, necesidades, percepción del destino, modalidades y motivaciones del viaje, aspecto en el que se manifestó una significativa diferencia, a saber: para los extranjeros, la principal motivación para venir a la Región, era disfrutar de paisajes naturales, ambientes prístinos, observar avifauna silvestre, flora nativa y en última instancia, atractivos culturales (arqueológico, étnicos, etc). Para los nacionales, las preferencias se invertían.

Expuse la Investigación en el 1er Congreso de Ecoturismo, organizado por la Universidad Católica, con el título: El Ecoturismo como alternativa de Desarrollo Sustentable de la Comunidades Aymaras insertas en el Parque Nacional Lauca.

3 años después, dejaba la academia, retornaba a Arica y me convertía en un Guía-Operador Turístico, con el poder de la información y la certeza de saber qué vender y qué destacar en cada excursión.

En la práctica, corroboré que para los sureños, Arica es Tierra Aymara, Puerta de entrada al Mundo Andino. En cambio, para los Turistas de largas distancias, Arica formaba parte de un Circuito que integraba el Sur de Perú, Altiplano Boliviano y Norte de Chile. Para ellos, Perú y Bolivia, son sinónimo de Cultura; Chile, de Naturaleza y Vida Silvestre. Frente a Machu Picchu y Tiwanaku, nuestras manifestaciones culturales no tienen comparación, pero las Áreas Silvestres Protegidas Altiplánicas, eran el complemento perfecto; digo eran, porque en la actualidad, 600 camiones de gran tonelaje, circulando diariamente por el PN Lauca y otros 70 por la Reserva Nacional Las Vicuñas, en el camino al Monumento Natural Salar de Surire, han convertido a la otrora Reserva Mundial de la Biósfera, en una estepa desértica y sucia, un espejismo… de un lugar que solía ser único en el mundo.