Puede saber exactamente qué día de la semana correspondió a la fecha en que alguien nació, como si conociera de memoria los calendarios de años anteriores, pero no. Es matemática pura.

Al matemago español Fernando Blasco, solo le faltan el sombrero, la varilla y el conejo. Pero le sobran los múltiplos, la geometría y los cálculos. De paso por Arica, invitado por el Programa Asociativo Regional Explora de la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología (Conicyt), llevó sus trucos a la Escuela Jorge Alessandri y al Colegio Abraham Lincoln.

- "¡Ohhhh! ¿Cómo lo hizo?" -se escucha en la sala donde comparte con los estudiantes. Le sigue un aplauso cerrado para este doctor en matemáticas, mago aficionado y profesor de la Universidad Politécnica de Madrid.

Blasco asegura "estar plenamente convencido de que si todo el mundo conociera más detalles sobre lo que rodea a la matemática, acabaría disfrutando con esta disciplina", tal como le ocurrió a él cuando era un niño y le regalaron un libro que cambió su vida.

"Me adentré a este mundo por casualidad. Me regalaron un libro que se llamaba "Carnaval matemático" y me cautivó. En un momento, para una Feria de la Ciencia en Madrid me pidieron hacer magia matemática, desde entonces, esto ha ido creciendo y es mi actividad principal" recuerda.

Carisma único

Dondequiera que le toque dictar sus charlas y hacer sus trucos de magia matemática, este español llama la atención no solo por su seseo y por su metro 82 de estatura. Blasco es tremendamente carismático.

- "A ver ¿quién me ayuda con esto?"-, pregunta a su audiencia y todos levantan la mano para apoyarlo con una cuerda fosforescente, con la que realizará trucos relacionados con geometría.

Solo tres fueron los afortunados cooperadores que lo apoyaron.

-"Tranquilos, ya me apoyaréis en los que vienen después", les dice a los que esperaban ser elegidos.

"Los juegos de magia matemática son para que los niños se aficionen a esta disciplina.

Se trata de trucos basados en la geometría, en las propiedades de los números, utilizando elementos como cuerdas, cintas de regalo, lápices o cartas", explica.

Nuevamente acierta con el desafío de la cuerda, por la que tenía que pasar un aro de plástico. Otra vez aplausos y niños sorprendidos.

"La matemática es una disciplina que a muchos les asusta porque les cuesta. Entonces lo que intento hacer es que pierdan el miedo y que vean que es algo entretenido, que es verdad que es difícil y que hay que estudiarla pero tiene recompensas".

En medio de una pausa, un alumno le pregunta cómo es Madrid y si le gusta el fútbol. Él responde que Madrid se parece a Santiago y que no le gustan los deportes porque básicamente, no es bueno compitiendo, aunque sí practica natación.

En el último truco, un estudiante eligió azarosamente el número 99. Blasco arma un cuadrado con varias celdas horizontales y verticales, donde sin importar el sentido de estas, siempre la suma es el número elegido.

"Una de las mejores formas de aprender cualquier materia es a través del juego.

Solo espero que este trabajo haga mella en más de alguno y se dediquen a estudiar esto que es tan apasionante".