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Los imanes y las flores conviven con antibióticos

La Unidad de Medicina Integrativa del hospital complementa tratamientos tradicionales con la medicina sintergética para aliviar estados emocionales.
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Unos cajones guardan los frascos y esencias florales que serán preparadas en gotas para los más de 300 pacientes que atiende la Unidad de Medicina Integrativa (UMI) del Hospital Doctor Juan Noé. En esos frascos se elaboran las pócimas que, aseguran sus terapeutas, pueden sanar hasta las penas más profundas del alma.

Junto con las flores, la UMI complementa tratamientos médicos con acupuntura, reiki, sanación crística, masajes, aromaterapia, biomagnetismo y mandalas. "No hay contraindicaciones, solo beneficios", comentan las voluntarias encargadas de entregar estas prestaciones.

La UMI está compuesta por una enfermera jefe y 33 voluntarios que día a día destinan unas horas de su tiempo para la ayuda desinteresada de los enfermos.

"Se empezó hace unos diez años con reiki, pero de manera muy informal. Después nos organizamos y sumamos más terapias integrativas", recordó Elizabeth Vera, terapeuta reikista.

Desde entonces y a la fecha, la atención a los consultantes se da por derivación del hospital, consultorio o establecimientos educativos.

Todas las edades

Un aroma intenso a aceite de naranja inunda una pequeña sala de paredes blancas. En una camilla, Gladys (93) espera su terapia de reiki como todas las semanas. Son aproximadamente 45 minutos en los que deja atrás las emociones negativas y se entrega a las manos expertas de su terapeuta y a la aromaterapia que incita a la relajación. "Salgo muy bien cada vez que vengo", confesó.

Las voluntarias dicen tener pacientes de todas las edades a quienes atienden de manera complementaria.

Marcela Muñoz es terapeuta floral y voluntaria desde hace cinco años. Atiende principalmente a niños. "Trabajamos temas como la hiperactividad, el déficit atencional y cuadros ansiosos. Pero además de las flores, hay un complemento con otras terapias como el biomagnetismo o el reiki".

En cuanto a los adultos, muchos son tratados con flores por temas de duelo, depresiones o crisis de pánico. Y los bebés, porque no logran un buen dormir o son irritables. "Nuestros dolores emocionales inciden en lo físico, indudablemente y las gotitas ayudan a la parte emocional", explica.

"todo estará bien"

La UMI está ubicada al lado de la Unidad de Alivio del Dolor, en el hospital local. Esta posición ha hecho que muchas veces las terapeutas se vean enfrentadas a casos de pacientes descompensados emocionalmente a quienes han debido atender de manera excepcional.

"No le negamos la atención a nadie. Si alguien viene por alguna necesidad urgente, ahí estamos con nuestras gotas de rescate".

Además, la UMI ha sido el lugar propicio para que los consultantes encuentren el consuelo que buscan. "A veces vienen más por un abrazo, para que alguien los escuche y les diga que todo estará bien... A veces eso funciona mejor que cualquier cosa", dicen.

Cynthia Bravo, reikista, comentó que el mejor pago que pueden recibir es el agradecimiento de los usuarios, quienes sienten que su vida cambió.

"Eso nos alimenta el espíritu y nos da fuerza para seguir, sobre todo cuando notamos que hay avances. Ellos son muy agradecidos y uno aprende mucho de esas experiencias", agregó Elizabeth.