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Los embajadores que llevaron el calor nortino al Carnaval de Invierno

Delegación de Tinkus Jach'a Marka viajó hasta Punta Arenas para participar del evento y difundir la cultura local.
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Tres grados bajo cero y una sensación térmica de -6° hubo en Punta Arenas el último día que la agrupación Tinkus Jach'a Marka se presentó en el Carnaval de Invierno. Las bajas temperaturas se sentían sobre todo en los pies, cubiertos apenas por unas ojotas. Sin embargo, el calor humano, los aplausos, los flashes y el reconocimiento de más de 25 mil espectadores, aminoraron el frío austral.

La odisea del grupo ariqueño partió meses antes, cuando postularon en el Consejo de la Cultura y las Artes para poder ser parte de la actividad. Ganaron y así, 21 bailarines y 10 músicos partieron hasta Punta Arenas representando a Arica y su carnaval andino.

"Queríamos llevar un poquito de calor hasta la zona austral y lo conseguimos. El Tata Inti estuvo en todo momento con nosotros, porque a pesar del frío, tuvimos días despejados y con sol. Fue una experiencia maravillosa", comentó Wendolyn Pérez, directiva de la agrupación.

Un carnaval diferente

El Carnaval de Invierno es el evento más importante en Punta Arenas. Llegan extranjeros y familias completas repletan el centro de la ciudad donde se realizan los pasacalles. Murgas, carros alegóricos de juntas de vecinos y empresas, que compiten en diferentes categorías, desfilan por siete cuadras. Ahí estaban los Tinkus Jach'a Marka con sus coloridos atuendos y el sonido de los bronces, cautivando a los espectadores.

"Es un evento familiar. El pasacalle es de pocas cuadras, pero se hacen interminables por el hielo. Diría que fue una aventura extrema, porque había ratos donde no sentíamos los pies y los músicos se hacían cortes en sus manos por el frío. Ninguno de nosotros había estado antes ahí", confesó Pérez. Gracias a la animada participación, salieron ganadores en la categoría murgas, recibiendo un premio de 500 mil pesos. Sin embargo, el premio mayor fue el reconocimiento de la gente.

"Nos invitaron a los canales de televisión, a las radios, al diario y aparecimos en una revista dedicada al carnaval. En todas partes fuimos embajadores y los dejamos a todos invitados a visitar nuestra ciudad".

La agrupación no dejó detalles al azar. Suponiendo que en el sur podían no conocer los bailes nortinos, llevaron trípticos informativos que entregaron los días del carnaval. "La gente estaba maravillada con nuestra cultura y cómo la vivíamos con tanta pasión", dijo.

En el pasacalle, los tinkus sacaron a bailar a la gente. Los aplaudieron y quedaron maravillados con sus tenidas típicas.

Contrastes

Dos mil cuatrocientos pesos costaba un plato de consomé en tierras australes. La suma ascendía a 5.000 si se optaba por la cazuela. Y es que un ariqueño en ciudades heladas requiere calentar el cuerpo. En Punta Arenas aparece el sol a las 9 de la mañana y se oscurece a las 18 horas.

El comercio no atiende más allá de las 8 de la noche y salir a carretear es difícil porque el frío termina espantando a todos. "Uno vuleve a Arica y valora su ciudad porque tenemos un clima privilegiado que nos permite hacer muchas más cosas.

Además sigue siendo una ciudad económica", destacó Paulina Alcota, bailarina del grupo.

Aún así, la experiencia fue tan mágica para el grupo, que no volvieron sin antes besar el pie del indio patagón, ubicado en la plaza de Punta Arenas.

"Los 31 lo hicimos- como dice la tradición-,para volver algún día".