Estefani Carrasco Rivera
Un montón de padres y madres junto a sus hijos, abuelas y familias completas reían con naturalidad en la carpa de un circo transformista en Pichilemu, sin pensar que tres años después habría un bus transfóbico paseando por las calles de Chile. Esta experiencia fue el punto de partida para que la periodista y activista Cristeva Cabello, iniciara el libro Patrimonio Sexual, el cual lanzó esta semana en la ciudad en contexto del la escuela de cine experimental Transfrontera.
Para Cristeva fue relevante hacer este primer lanzamiento fuera de Santiago, por la necesidad de compartir conocimientos que son centralizados.
"El libro surge desde la experiencia del circo transformista, pero es una excusa para discutir sobre lo que significa ser transformista, travesti y trans en Chile, pensando en la hipervisibilización de la gente trans y estamos en un país que supuestamente está a favor de la diversidad sexual, se discute la ley de identidad de género y se está discutiendo si la mujer tiene autonomía sobre su cuerpo".
Identidad en frontera
El libro fue presentado por la antropóloga ariqueña Lenina Barrios y dos activistas del colectivo feminista boliviano Mujeres Creando.
Cristeva se define como activista de la palabra porque todas sus experiencias en intervenciones, talleres y seminarios han sido resultado de trabajo colectivo, como fue en Cuds.
"Me interesaba la visión de las compañeras de Bolivia, donde les llamó la atención fue la heterosexualidad obligatoria ya que el libro invita a cuestionarla. Ellas se definen Birlochas, el cuál al igual que chola allá es un insulto, pero ellas lo reapropian al igual que el término marica, porque es una forma de reivindicar identidades maltratadas".
El libro también busca reivindicar a figuras olvidadas que son parte de la historia chilena, como lo es el transformista de circo, los cuales en estos contextos solo son vistos como sujetos de burla.
"El patrimonio a veces es muy masculino: de mártires, héroes que reivindican la violencia, pero el desafío es decir que hay un patrimonio sexual para valorar y reconocer".
Transfrontera
Para Cristeva el enlace del libro con la escuela es porque el feminismo del cual ella es activista, también es un espacio para la experimentación más allá de los cánones establecidos.
Las actividades de Tranfrontera concluyen hoy a las 20.00 horas en Casa Yanulaque (pasaje Sangra) con una muestra de cine expandido. Quienes estén interesados en adquirir el libro Patrimonio sexual, habrá copias de él en dicha muestra y tiene un valor de $5.000.