En las redes sociales se denomina "loco Carrizo" y aunque nada tiene que ver con el ex arquero de San Marcos, Pedro Carrizo, también juega al arco y tiene el mismo apellido.

Es parte de la historia de Felipe Carrizo Retamal, juvenil guardameta de las series Sub 17 y Sub 19 de San Marcos de Arica que en este nuevo periodo del club con tiraje a la chimenea ha podido alternar con el equipo adulto, siendo considerado en las prácticas, con lo cual ha ido aprendiendo cada día más el difícil camino al éxito.

Felipe llegó hace cuatro años a la institución, procedente del club Cobreloa, a donde llegó luego de iniciarse en la Escuela de Fútbol "Crecer" de Calama. En la ciudad minera estudiaba en el Ejército de Salvación y allí, además del fútbol, cultivó su pasión por la música tocando el trombón y trompeta en la banda, afición que no ha dejado, porque a veces lo llaman para integrarse a la banda.

Apoyo

En lo futbolístico, su crecimiento ha sido importante a partir de las enseñanzas de sus profes Kenny Mamani, Adolfo Robles y Ricardo Rodríguez, aprendiendo de arqueros con mayor experiencia y con sus amigos de las juveniles del santo.

El joven señala que "estoy muy contento de estar en Arica, se dio la oportunidad de formar parte de esta institución y estoy muy agradecido de cómo me recibieron mis profesores, mis compañeros y me siento muy cómodo acá en San Marcos, donde quiero seguir quemando etapas y cumpliendo más metas".

Sobre los consejos de los entrenadores como el mismo Ariel Pereyra, del primer equipo, expresa que "siempre hay mucho que trabajar, esperar que se toque la oportunidad, saber responder como corresponde y dar esa confianza que los profes necesitan".

Admirador de Claudio Bravo y de Oblak (Atlético Madrid) en el medio internacional y de Nicolás Peric, en lo nacional, Felipe Carrizo se define como un arquero que "tengo buena salida, le pego bien al balón, y lo otro hay que irlo trabajando día a día, cosas que a uno le cuestan".

Sobre el "loco" Peric, destaca que "tiene mucho carácter y ordena muy bien a su defensa".

En otro puesto

No obstante, el joven confiesa que no siempre fue arquero, sino que le gustaba jugar como delantero en un equipo de Calama, el "Atlético Carrizo", que tampoco tenía que ver algo con su familia y apellido.

"Empecé jugando arriba, pero un día un amigo me regaló unos guantes y de allí no me los quité más y cambié de puesto", manifiesta Felipe.

Acerca de su relación con los arqueros del club, responde que son grandes personas y jugadores, como el caso del charrúa Santiago Morandi, de Zacarías López y Elías Zeballos.

Respecto de equipos favoritos, resalta que "en general soy hincha de San Marcos, porque le tomé cariño a esta camiseta y a los Bravos del Morro".

Justamente afirma que en esta temporada las expectativas del club son altas con la posibilidad de subir a Primera A. "Cada día se trabaja muy fuerte para lograr los objetivos y se cuenta ya con el cupo para la liguilla de final de año y por eso hay que darle buenas vibras al equipo que comenzó muy bien".

Rumbo a primera

Para el canterano, Arica es una ciudad que merece estar en Primera A y "me gustaría ser parte importante de este proceso, que es una etapa y lo difícil es mantenerse arriba".

En relación a su condición de músico, recuerda que a los 8 años en el Ejército de Salvación comenzó a integrar la banda, leyendo partituras "y es algo que me apasiona, donde un amigo me inculcó tocar el trombón, me gusta el sonido que tiene y estuve como hasta los 15 años, y en Arica he participado en bandas instrumentales internacionales".

Sin embargo, no todo ha sido fácil, porque con sólo 15 años se vino a vivir a Arica sin familiares acá, pero agradece el apoyo de sus padres desde Calama y de todo el grupo de jugadores de las juveniles de San Marcos.

"Todo parte de los profes que nos dan su respaldo y casos como Zacarías y Juan López, Alan Fernández, de la cantera, que también nos apoyan" afirma "el loco" Carrizo.