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Su fe lo impulsó a restaurar imagen de la Virgen

Ángel Corrales quiso demostrar su agradecimiento a la Patrona de Chile construyendo una pequeña casa que resguarde su figura y la proteja del viento y el polvo.
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L legó desde el Callao en Lima, Perú, a trabajar a Arica hace 4 años. Ángel Corrales (36) cuenta que nunca olvidará el día en que conoció la imagen de la Virgen del Carmen, ubicada en Colón.

"Un día una comadre mía boliviana me dijo que quería volver a ver a la Virgen. Fuimos primero a Sotomayor al Cerro La Cruz y después me habló sobre otra imagen a la cual se le podía poner flores y prender velas. Nos fuimos caminando a Colón y ahí por primera vez la vi".

El devoto recuerda que su llegada a Arica se debió a la crítica situación en Perú. Tenía un hijo y quería darle un mejor futuro, por eso decidió probar suerte acá. "Se me dio la oportunidad de venirme y comencé a leer el tarot. Le pedí el favor a la Virgen que me ayudase, que no me faltaran mis clientes y que me hiciera sentir más fe en ella. Hasta ahora todo lo que pedí me lo ha cumplido".

"Ahora tengo todas las comodidades. Me pude traer a mi madre y su esposo, a mi esposa y mi cuñado. La Virgen del Carmen me ayudó mucho, me mantiene bien y con buena salud. Fue algo muy emocionante".

Cuenta que en enero de este año, cuando comenzó a tener mas dedicación a la Virgen, se decidió a restaurar su imagen en agradecimiento.

"Con mi esposa íbamos una vez al mes a ponerle velas y con ella limpiábamos la imagen. Hablé con una amiga mía del museo de Colón y le pregunté que con quien podría hablar para arreglar el santuario. Me dijo que hablara con Horacio Andrade, encargado del Santuario, y él me autorizó y me ayudó a tomarle las medidas. No quise ponerle una placa sino que hacer algo más grande, algo que fuera en su beneficio".

Compró todos los materiales y además contrató a unos maestros para que lo ayudaran. Sobre cuánto gastó en la restauración dice que prefiere no hablar de eso, ya que "no sería de devoto. Fue ella quien me puso dinero en mis bolsillos para poder hacer la restauración".

Considera que el Santuario de la Virgen estaba muy abandonado, aunque limpio gracias a la preocupación de Horacio Andrade. "Su imagen estaba deteriorada al igual que el escudo. Comencé a ver los colores que debía ocupar, el techo que tenía que hacer. Actualmente mide 5 metros, la imagen la pinté, le hice la casa. Puse el techo y las paredes para que se conserve, la cubra del viento, del polvo, de alguna lluvia que pudiera haber, de todo lo malo que le pueda dañar. Es una imagen que nos cuida a todos, es la patrona de Chile. Creo que todos los chilenos deberían darle una hora de sus vidas para ir a verla y preocuparse".

"Ella ha esperado que un extranjero descendiente de chilenas venga a armarle su casa. Mi madre y mi abuela son chilenas y siento que cumplí una gran misión. Espero pueda ser cuidada por todos los chilenos".