Más allá del corte de cinta
Sin duda, resulta alentador ver cómo Arica está avanzando en distintos aspectos urbanos y sociales. Si bien se reconocen las incomodidades que pueden venir de la mano de la pavimentación o el recambio de las aceras, se entiende también que en un futuro no lejano, todas estas obras cambiarán definitivamente y positivamente el rostro de nuestra ciudad. Algo similar ocurre con iniciativas como el recambio de luminarias que se está realizando en toda la región y que ha tenido un especial énfasis en nuestra ciudad.
En este caso, el Gobierno invierte cerca de 9 mil millones de pesos para cambiar alrededor de 20 mil luces del alumbrado público de toda la región. Y si se trata de las aceras, la inversión llega a los 5.000 millones de pesos.
Son antecedentes que dan cuenta de avances concretos sobre los cuales se trabaja en Arica. Sin embargo, estos trabajos no pueden desconectarse de una visión integral de la ciudad, ni menos de las coordinaciones destinadas a hacerse cargo de las respectivas mantenciones, funcionamiento y limpieza.
Por ejemplo, no puede haber un recambio de luminarias y que existan sectores donde todavía algunas no funcionen. En algunos casos, hay luces que se cambiaron y jamás encendieron. De igual forma, en el caso de las baldosas, no puede ser que por un lado se avance hermoseando el centro y por otro, las calles estén llenas de tierra y escombros, o que las nuevas baldosas no se noten debido a la suciedad que las cubre.
Estos adelantos deben ser concretos e integrales. No pueden convertirse en una carrera por cumplir metas que, como en tantos casos, terminan sin que nadie después se haga cargo de la mantención de las obras que se ejecutan, o que finalmente nadie garantice su buen funcionamiento.
Las coordinaciones entre organismos comunales y regionales deben existir. El caso del enorme hoyo en Beretta Porcel -felizmente solucionado- puso en evidencia que cuando estas coordinaciones no existen, la comunidad es la gran perjudicada. Es tiempo de que se piense en la ciudad, mucho más allá de las cifras, los presupuestos y del corte de cinta.