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Las historias de esfuerzo tras cuatro estudiantes destacados

Banco Estado premió en cuatro categorías distintas, a los estudiantes con mejores promedios.
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Dicen que de toda experiencia se aprende y que no hay mal que por bien no venga. Algo así fue lo que le ocurrió a Segundo Apata (48), quien después de 18 años trabajando en el retail fue cancelado. En la misma época se divorció y decidió hacerse cargo de su hijo.

Más allá de ver esta prueba como algo negativo y echarse a morir, tomó la oportunidad para surgir. Se compró un colectivo e hizo un curso de cajero bancario. Tiempo después, se le presentaron nuevas oportunidades laborales y sin dejar el auto, se dedicó a la atención de público en una caja de compensación. No satisfecho con esto, el 2015 entró a estudiar administración de empresas, obteniendo un promedio destacado.

Él es uno de los cuatro estudiantes que Banco Estado homenajeó en la 11° versión del Premio al Rendimiento Académico que resalta a estudiantes de educación básica, media, universitaria y a microempresarios que han tenido un rendimiento destacado. Apata ganó en esta categoría.

En la vereda opuesta, Yianko Nievas fue premiado como el mejor promedio en educación básica. Con nota 6.8, el estudiante del Colegio Saucache confiesa ser fanático de los cómics y que su asignatura favorita es Lenguaje.

Yianko nació con artrosis muscular en sus piernas, razón por la cual acude al Instituto Teletón. Sin embargo, confiesa que esta patología nunca ha sido impedimento para hacer las cosas que le gustan y sobre todo, tener un buen desempeño en el colegio.

"Es mi nieto preferido. Es muy responsable y esforzado. Es un luchador", cuenta su abuelo, Jorge Passache.

Tímido madrugador

Guillermo Echeverría estudia en el Arica College. Ahí cursa 2° año medio con un promedio 6.8. El adolescente es esforzado, madruga quedándose hasta las 2 o 3 de la mañana terminando los trabajos o estudiando.

Su padre, Gabriel, lo define como un joven tímido. "Él sufre de asma, por lo que no puede hacer deportes. Todos sabemos que las actividades deportivas son ideales para conocer gente o hacer grandes amigos, sin embargo, él tiene pocos".

La timidez lo hizo volcarse a los estudios para ser el mejor de su clase. "Estamos orgullosos de él, porque le va excelente. A Guillermo le gustan mucho las ciencias y la historia, incluso participará de un campamento científico. El estudiar ha sido su manera de destacarse por sobre los demás", comenta.

Mauricio Avilés, subgerente regional de Banco Estado Microempresas, explica que la idea de premiar a estudiantes destacados nace por la necesidad de reconocer el esfuerzo que hay detrás de las buenas notas.

"Es una instancia en la que hacemos un alto en nuestras labores como empresa para felicitar a estas personas y aprender de ellos. Son niños, jóvenes y adultos que destacan por su sacrificio y perseverancia".

De educación municipal

Francisco Moraga (23) está en el último semestre de Ingeniería Civil Mecánica de la Universidad de Tarapacá. Postuló y obtuvo las mejores notas de la enseñanza superior.

"Es un reconocimiento que me tomo con felicidad y humildad. Uno sacrifica fiestas y otras cosas para estudiar y tener buenas notas, así que estoy feliz", reconoce.

El estudiante viajará en los próximos días a Alemania de intercambio, y señala que todo lo que es actualmente se lo debe a la educación municipal. "Soy hijo de las escuelas públicas. Estudié en la D-14 y en el A-1 y eso nunca ha sido motivo de brecha para lograr lo que sueño", sentenció.