Lo pillaron corriendo con una bolsa "matutera" y un bolso cerca de la Universidad de Tarapacá. Según el ladrón llevaba antigüedades para vender en el Agro. Sin embargo este sujeto ya estaba identificado por carabineros de la Sección de Inteligencia Policial (SIP) de la Primera Comisaría y todo fue gracias a la oportuna denuncia de una vecina.
Los hechos
Según los antecedentes expuestos por la fiscal Erika Romero en la audiencia de formalización, el robo se registró a las 11:30 horas en una vivienda ubicada en la calle Antofagasta de la Población Magisterio.
Fue la denuncia de una vecina la que alertó a Carabineros que algo extraño estaba ocurriendo en dicha casa. La mujer contó a los policías que sintió ruidos en el inmueble del vecino, quien se encuentra con su turno minero en Calama. Se asomó al exterior verificando que había un hombre. Transcurridos 5 minutos volvió a salir y vio al mismo sujeto en la reja de la casa con una escalera. Al consultarle qué estaba haciendo, este le señaló que era el jardinero.
No conforme con esta respuesta, la mujer llamó al 133 denunciando el robo de una casa y dio las características físicas y de la ropa del ladrón. Con estos antecedentes Carabineros lo encontró corriendo con una bolsa matutera que estaba llena de pequeñas especies como ollas, tetera, lámparas, adornos de letra, hasta se había robado una colección de estampillas. Fue detenido y puesto a disposición del Tribunal.
No conforme con la detención, personal de la SIP se trasladó al inmueble afectado encontrando en el patio trasero, el cual es de tierra, rastros de calzado cuyo dibujo coincidía con la zapatilla utilizada por el imputado; además levantaron huellas dactilares que encontraron en la escalera y de un candado que rompió que tenía acceso a una bodega.
Formalización
El imputado quien se identificó como Osvaldo Guzmán Donoso (52), fue formalizado por el delito de robo en lugar no habitado. La fiscal solicitó la prisión preventiva. En tanto, el abogado defensor Richard Salazar se opuso a dicha petición con el argumento de que su representado le señaló que las especies eran "cachureos" que recogió en la basura. Sin embargo, la persecutora expuso que enviaron una foto al WhatsApp del dueño de las especies y este reconoció que eran de su propiedad, avaluando el robo en más de un millón de pesos. Con todos estos antecedentes el tribunal decretó su prisión preventiva.