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En Lluta apuestan por tomates en arena

La iniciativa implementó tres hectáreas de arenales donde ya están creciendo el primer cultivo.
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En el valle de Lluta se está realizando desde algún tiempo la primera prueba de un nuevo tipo de cultivo de tomates, que a diferencia del resto crecen en la amplia extensión de arena que ofrecen los cerros que rodean al resto de terrenos, lo que significaría una oportunidad para utilizar la arena en futuros proyectos de cultivo.

La idea surgió de las empresas Agrícola Millar y Valle Verde, los que buscando producir tomates en la zona, recurrieron a una técnica utilizada en Israel y México para utilizar hectáreas de arenales en su producción. "En un principio iba a ser 1 ó 2 hectáreas, pues el producir tomates es caro, con hasta 25 millones de pesos por hectárea, buscamos una asesoría con Juan Campos y nos propusimos el desafío de plantar en arena", dijo el gerente de la Agrícola, Fernando Millar.

Método

Según explicó Millar, el método fue trabajar el terreno arenoso con maquinaria pesada para aplanarla, luego se creo un "colchón" de sustrato compostado donde la planta pudiera obtener los microelementos que se encuentran en la arena, todo bien regado con abundante agua, tapando todo con diatomita (un tipo de roca sedimentaria).

Juan Campos, asesor técnico del proyecto, comentó que "se decidió hacer un cultivo aprovechando las dunas del sector y las pruebas que hemos realizado demuestran que de todas las plantaciones, el tomate nortino anda muy bien, que apoyado con una buena fertilización y riego, es una especie de hidroponía que en el mundo es muy antigua, pero que nosotros no habíamos aprovechado para desarrollarla y creo que es un motivo de orgullo".

Oportunidad

La primera plantación de tomates en arena cubre una extensión de 3 hectáreas, las que se mantienen hidratadas y saludables, lo que hace pensar a Campos que la iniciativa es una nueva forma de aprovechar los terrenos en Lluta. "Esto en el fondo son tomates hidropónicos, que se deben regar de otra forma, pero las arenas logran mantener el cultivo con un sistema regular muy sano, porque son tierras muy sanas y eso da lugar a que los agricultores deberíamos explotar nuestros recursos, ya que esto es gratis", comentó.

Quedando un poco menos de 40 días para la cosecha, Campos ve con buenos ojos el resultado, "no se ve un problema de que el frío las vaya a atacar, lógicamente es por tener una raíces muy sanas, la planta puede alimentarse bien y eso la hace mas fuerte y se desarrolla normal". Pero el resultado final solo se verá con el tomate maduro.