Desde que tiene dos años, cuando andaba por el Agro junto a su familia, que le dicen Chere a Miguel Luque, un entusiasta joven animador de eventos musicales andinos que a los 17 años se inició en las comunicaciones animando un programa en Radio Andina para el grupo musical de unos primos llamado Dorados.
Chere reconoce que su desplante en las comunicaciones nace de la experiencia de haber vivido en Argentina, donde estuvo ocho años de su infancia.
"Al principio me costó eso sí el desplante, hablar de corrido, pausado, modular bien, pero después escuchando otras radios me fui puliendo de menos a más. Después ya me gustó".
Trabajó con la productora de Manuel Pizarro, quien traía a la ciudad al grupo Los Maravillosos, luego trabajó con Rubén Núñez, del Parque Rosedal.
Durante los diez años en los que ha estado ligado a la radio y a la animación, ha conducido alrededor de siete programas.
Chere se autoidentifica aymara y se siente a gusto en el ambiente tropical-andino.
"Acá estamos en una ciudad limítrofe, hay mucha gente con ascendencia peruana y boliviana; si nos vamos al valle de Azapa y de Lluta o al Agro, encontramos bastantes comerciantes. Para mí es bonito esto, además estando en la radio se me abrieron las puertas para el carnaval. Me gusta el contacto con la gente, en radio siempre me gustó la comunicación con los auditores".
Coreógrafo
A través de su entusiasmo en la radio también se le abrieron las puertas para participar en grupos locales y peruanos, como animador, pero también como bailarín.
"Siempre me gustó el baile, lo saqué de mi mamá que baila de cholita. Empecé en Dorados, con Maravillosos y la orquesta La Nueva Sangre del Perú".
También formó parte en la orquesta Infieles de Arica y en Así D' Ron.
Además de ser hoy jefe de bodega, tiene un emprendimiento de animaciones junto a la animadora Kalincha Imilla. Con C&D Producciones fueron a Bolivia a animar a la celebración de un pueblo cercano a La Paz durante dos días, donde había un escenario gigante con pantallas led.