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"El Empeñosito": el pescador más longevo de Arica

Ramón Muñoz Gómez, de 90 años, vive en la caleta de pescadores. Aún sale en las noches a tirar la red y asegura que hasta sus últimos días se dedicará a este oficio.
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R amón Muñoz Gómez, más conocido en la caleta de pescadores como "El Empeñosito", tiene 90 años y sigue dedicándose a lo que más le ha apasionado en toda su vida que es salir a pescar.

Cuenta que lo apodaron así por su ímpetu y su incansable amor por el mar.

Vive en los casilleros de la caleta, donde los pescadores artesanales guardan sus implementos. Ahí pasa sus días junto a las decenas de gatos que deambulan por el puerto . Algunos de sus felinos más queridos son el Juanito, Rocky Marciano y la Juana. Dice que sale a pescar para vender y para alimentar a sus queridos mininos a quienes acaricia demostrándole constantemente su cariño.

Sobre su vida explica que nació en Antofagasta, trabajó en Chuquicamata, donde operaba una máquina y se casó con una ariqueña con quien llegó a vivir a esta ciudad en 1945.

Tuvieron 8 hijos, 7 hombres y una mujer, pero comenta con tristeza que la única mujer que tenía como hija falleció.

Asegura con orgullo que tiene tres hijos buzos y que su incursión en el mundo del mar comenzó porque su suegro era buzo y él lo introdujo a este aventurero mundo del cual nunca más quiso salir.

"Me gusta el pescado porque es rico, cuando salgo lo que más saco es el mono, la corvina, el tomoyo, la cabinza, el roncacho, entre otros. Mi embarcación se llama Cotito, a veces salgo solo y otras con mis compañeros. Me gusta mucho lo que hago y me mantiene vivo".

Explica que va a su casa los fines de semana. Vive en el Cerro La Cruz junto a su esposa. Cuando va a su hogar, se viste de punta en blanco de pies a cabeza, elegante y con sombrero. Cambia completamente sus botas de pescador por zapatos blancos que, según recuerda, se los regalaron hace algunos años.

Dice con orgullo que es socio honorario del sindicato y que esto lo beneficia en no pagar el casillero donde duerme.

Es un amante de los gatos. Comenta que en el sector de los casilleros deambulan cerca de 60 y que son muchos los ariqueños que los abandonan en el lugar.

"Trato de ayudarlos lo que más puedo, son muy cariñosos y no se merecen que los boten así. La gente debiera ser más responsable y tomar conciencia sobre las mascotas. Conmigo al menos no les falta comida, pero en otra situación no estarían así. Hay más de 60 gatos".

Sobre su pasión por el mar, dice que toda su vida se ha dedicado a esto y que seguirá realizándolo hasta "el final de mis días. Me voy a morir acá".

En el puerto es muy querido y todos lo conocen. "Es el más antiguo de acá", dicen sus compañeros.

En el mar Don Ramón encuentra la paz y la libertad que siempre ha buscado en su vida.