El legado que dejó una maestra de la antigua D-29 de Arica
Silvia Caqueo fue homenajeada por sus antiguos alumnos en el Colegio Integrado, lugar donde les enseñó a leer, escribir y a valerse por sí mismos en una difícil época de Chile, agradeciendo su dedicación como profesora.
La nostalgia llega en la vida adulta más de lo que a uno le gustaría, recordando momentos de la infancia como si hubieran sido ayer, y en este sentido nadie escapa de recordar a una figura adulta que por cualquier razón marcó lo que somos hoy.
Fue esto lo que le ocurrió a un curso de la escuela D-29 de Arica, que ahora de adultos, rindieron homenaje a la maestra Silvia Caqueo, que en 1978 les enseñó a leer, a escribir y a enfrentar la vida.
La idea surgió de forma espontánea, en una conversación grupal de whatsapp que reunía a los alumnos que estudiaron en el paralelo B desde 1978 a 1985 en la ex Escuela de Niños D-29 República de Estados Unidos, donde los ex alumnos coincidieron en las grandes enseñanzas de la profesora Caqueo en una época difícil para Chile, en plena dictadura y contracción económica.
De los 43 alumnos de esa generación, dos fallecieron y a la cita llegaron 23, puesto que otros estaban fuera de la ciudad o no pudieron ausentarse de sus trabajos. La mayoría son padres e incluso algunos ya son abuelos, desempeñándose en áreas tan variadas como el cine, gastronomía, docencia, comunicaciones, transporte y servicios públicos.
Silvia nació en Codpa y estudió en la Universidad de Chile, titulándose el 5 de marzo de 1967. Durante su carrera fue elegida como la mejor entre sus pares e incluso la postularon como la mejor maestra de Chile.
Tras 38 años de servicio, Caqueo se jubiló el año 2008 y este año sus veteranos alumnos planificaron el reencuentro en el mismo lugar donde compartían el salón de clases.
El profesor de Historia, Pedro Lozano, agradeció con especial atención a su profesora y destacó la vocación y pasión que ella tenía por el trabajo. Tras ello, expresó que al nacer tuvo un problema que afectaba su capacidad de aprendizaje "y todos los días, sin que fuera su obligación, la profesora Silvia se quedaba conmigo después de clases y me reforzaba los aprendizajes para ponerme a la par de mis compañeros. Gracias a ella salí adelante".
La jornada de homenaje a la profesora Silvia consideró una cena de honor y una serie de obsequios, así como también la invitación a la familia de la profesora para hacerlos partícipes del legado que dejó la maestra.
Además de la cena, los ex alumnos coordinaron la donación de camisetas y elementos deportivos para el actual colegio Integrado.