Cómo Rumania desapareció del primer plano futbolístico
Pasó de vivir su cúspide con la selección en el Mundial de EE.UU. 1994 a quedar sumido en polémicas por corrupción, clubes desaparecidos y futbolistas impagos.
En 1994, tras el Mundial de Estados Unidos, Rumania era la sexta mejor selección del mundo después de caer en penales en los cuartos de final ante Suecia. Fue su época dorada, comandados por Gheorghe Hagi, Gheorghe Popescu y Florin Raducioiu. Hagi, conocido como el Maradona de los Cárpatos y con una zurda prodigiosa, era la figura excepcional que vivió su último gran torneo en Francia '98. Desde esa vez que no logran clasificar a otro Mundial.
Crisis
De ahí en adelante tanto la selección como la liga local cayeron progresivamente en el olvido, viviendo un retroceso que los tiene muy lejos de los años donde eran permanentes protagonistas. A nivel de clubes, la última gran actuación europea fue en la antigua Copa UEFA 2005/06 -actualmente Europa League- donde el Steaua Bucarest eliminó en cuartos al también rumano Rapid Bucarest y posteriormente cayó en semifinales ante el Middlesbrough.
Las razones que lo explican son varias, pero están centradas en la corrupción y las deudas que han ahogado la liga local al punto de que el año pasado los jugadores acusaron sentirse "futbolistas esclavos" ante las numerosas deudas en sueldos que acumulaban los clubes.
Para llegar a eso hay que entender cómo se manejó el fútbol en los últimos 17 años. Entre los noventa y principios del Siglo XXI la corrupción fue latente en el fútbol rumano. Tanto, que se descubrió una trama de arreglos de partidos en los que se acusó de estar involucrado a Dumitru Dragomir, ex presidente de la Liga Profesional de Fútbol, y Mircea Sandu, presidente de la Federación Rumana de Fútbol entre agosto de 1990 a marzo de 2014.
Gastos excesivos
Pero también está el despilfarro económico. El caso del F.C. Unirea Urziceni es paradigmático. Se fundó en 1954 y ganó la liga por primera vez en 2009. Tras eso, el dueño Dumitru Bucsaru invirtió fuerte para participar en la Champions League. Quedaron fuera en la fase grupal, pero al ser terceros pasaron a la Europa League, cayendo en los dieciseisavos de final.
A mediados de 2010, y ahogado por las deudas, el club vendió a la mayoría de sus figuras y descendió a final de temporada. En 2011, y viendo que no era viable, el club fue disuelto, mientras su dueño era acusado de quedarse con el dinero que la UEFA entregó por la participación en la Champions para pagar sus deudas personales. Actualmente está en la Liga V y fue refundado bajo el nombre de Fotbal Club Unirea 2015 Urziceni.
En abril del año pasado, y ante las cuantiosas deudas de varios clubes y la presión de la Unión de Futbolistas Rumanos, se modificó la ley de insolvencia, lo que permite que si un futbolista no recibe su sueldo por tres o más meses pueda solicitar su libertad a la Federación Rumana de Fútbol. "Para los jugadores locales, eso es básicamente la esclavitud moderna", dijo a la BBC el futbolista británico Rhema Obed, quien acusó al Rapid Bucharest de deberle más de 40 mil libras en sueldos cuando estuvo en la temporada 2013/14.