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El Señor de los Milagros llegó a peregrinar por Arica

La imagen del Cristo llegó de la mano de tres devotos peruanos quienes iniciaron su caminata desde Iquique hacia el Santuario del Señor Cautivo de Ayabaca, en Perú.
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Emerson Silva, Omar Navarro y Segundo Ancajima, iniciaron desde el pasado 22 de mayo su peregrinaje desde Perú. Recorrieron sus primeros kilómetros en su país, cuando salieron desde Ayabaca, una provincia de Piura-Perú, hacia territorio chileno.

El recorrido fue programado para iniciarse desde Iquique hasta llegar a la gran tierra del Cautivo, en Perú, el próximo 11 de octubre del presente año.

La travesía

Aproximadamente 2774 kilómetros desde Iquique- Chile hasta Ayabaca - Perú, es lo que estos tres peregrinos del vecino país deberán recorrer en cuatro meses con 22 días; entre su caminar contemplaban llegar el día 31 de mayo a la ciudad de Arica y recorrer la avenida principal para posteriormente llegar a Tacna y ya en el mes de agosto estar llegando a Lima.

Segundo Ancajima, uno de los tres jóvenes, precisamente quien carga la cruz que llegará a ser entregada al santuario en octubre próximo, comentó que "estamos peregrinando; todo lo hacemos caminando hasta llegar a la capital de Perú; este es el primer año que peregrinamos desde Iquique, otros años lo hemos hecho solo desde Arica".

Los devotos comentaron que durante su peregrinaje existe gente que les entrega alimentos o que sale en ayuda con cobijas o agua.

"Una señora creyente de nuestro señor nos acogió en este pasar por Arica" explicó el joven creyente, mientras caminaba con la cruz en su hombro y sus dos compañeros cargaban la imagen de un cristo negro vestido con ropaje morado y dorado.

Los feligreses cuentan que en el trayecto la gente creyente les entrega peticiones de milagros para que sean entregados en la gran procesión que se realizará en Ayabaca.

"Nosotros igual recibimos las peticiones de los creyentes, quienes cuelgan su plegaria en la ropa de nuestro señor Cautivo" dijo Omar Navarro mientras arregla las más de cien bolsas que cuelgan del ropaje de la imagen del Cristo sobre un coche que lo transporta, y que ellos mismos admiten les han regalado en su andar.

"La gente nos pregunta y nos ayuda en el camino, los que son devotos más aún. Nosotros nos sentimos con una responsabilidad muy grande al hacer este recorrido y tomar las peticiones; es una misión que debemos terminar y cuando se llega a la gran procesión es una satisfacción grande, porque hemos cargado y llegado con la esperanza de cada una de las personas que han depositado la fé en nuestro peregrinar y nos entregaron sus peticiones" explicó Navarro.

La festividad

Cuenta la historia que Moreno Benito fue un hombre que había llegado como esclavo a Perú y que pudo recuperar su libertad tras haber sobrevivido a la fiebre amarilla. Sin saber nada del arte pintó una imagen de Jesús crucificado en la pared de su habitación. Según cuentan los relatos muchas personas vieron que, mientras Benito pintaba, en su habitación se aparecían resplandores sobrenaturales y se escuchaba una música celestial. Después de un tiempo, unos soldados decidieron investigar estos fenómenos y así hallaron la imagen terminada y a Benito muerto con su cuerpo incorrupto.

El 13 de noviembre de 1655, un terremoto asoló la ciudad de Lima, y sólo quedó en pie aquella pared donde Benito había pintado a la sagrada imagen, que permaneció intacta. Este hecho originó el inicio del culto y la devoción al Señor crucificado. Hoy la imagen es conocida como El Señor de los Milagros, Cristo de Pachacamilla, Cristo Morado, Cristo de las Maravillas, Cristo Moreno o Señor de los Temblores. Es una imagen del Señor Jesús de tez morena pintada milagrosamente en una pared de adobe ubicada en el Altar Mayor del Santuario de Las Nazarenas de Lima, Perú.