Más de 300 hinchas de Deportes Iquique se reunieron en la noche del martes en el Hotel Diego de Almagro para despedir al plantel celeste, que partió a Paraguay para enfrentar a Guaraní, por la última fecha del Grupo 8 de la Copa Libertadores 2017.

Los fanáticos saben que un triunfo instalaría a los Dragones Celestes, el único equipo chileno que sigue con vida en el torneo de clubes más importante de Sudamérica, en los octavos de final -instancia nunca alcanzada por el cuadro nortino-, por lo que el optimismo y la ilusión abundan.

Un duelo histórico

Este ambiente positivo también es compartido por Cesare Rossi, el presidente de Iquique, quien desde Paraguay aseguró a radio ADN que el duelo de hoy "es el más importante en la historia del club" y que "ya tenemos muchas ganas de que comience".

Agregó que avanzar de fase no sería un logro exclusivo de los iquiqueños, sino que de todo el fútbol chileno: "Para nosotros, nuestra ciudad y todo el país sería importante lograr la clasificación".

Rossi, por último, puso paños fríos a la eventual venta de Rafael Caroca a Colo Colo o Universidad de Chile, asegurando que quiere mantenerlo en el club, mientras que el volante, quien calificó como "un orgullo" el interés de albos y azules, quedó de comunicarles su decisión la próxima semana.

Iquique se medirá a las 20.45, con Guaraní.