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Banda de Guerra del Liceo José Antonio Varas: A revivir una tradición

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Corría la tarde del sábado 4 de mayo de 2002, cuando las gestiones del profesor Fermín Burgos Córdova daban resultados. Se formaba la Banda de Guerra del Liceo José Antonio Varas, la que quedó a cargo de otro profesor, Daniel Alvarez Cuadros. Hace casi un mes, la agrupación cumplió 15 años de vida representando al establecimiento de manera impecable en distintos actos cívicos y estudiantiles.

El trabajo del maestro Burgos permitió que en principio, llegaran cinco instructores. "Comenzamos con aproximadamente 80 estudiantes, donde había fijo un frente de 18 cajas, 18 pífanos y 20 cornetas más la batería con sus respectivos brigadieres. Antes de esto, nunca habíamos tenido una Banda de Guerra Escolar en nuestro liceo", cuenta Francisco Castillo Guillermo, actual instructor de la banda. Es precisamente la historia de Castillo la que toma una particular relación con la banda casi desde sus inicios. En el año 2006 el instructor de ese momento tuvo que partir a estudiar al extranjero, y así se abrió una vacante. Ese año, Castillo se desempeñaba en una rama de las Fuerzas Armadas y debido a su constancia en la asistencia y compromiso con la banda, pasó a ser el nuevo instructor. "Como banda en el liceo hemos pasado por varias etapas. Hemos tenido momentos muy buenos, con una gran cantidad de personas participando, y otros donde incluso tuvimos que hacer un receso por falta de instrumentos", contó el instructor. Lo importante es que siempre hemos perseverado y no hemos dejado que el óxido y desgaste de los instrumentos nos gane. Vamos a seguir gestionando recursos del Estado, haciendo completadas y vendiendo rifas para que los miembros de la banda se vean impecables con sus instrumentos y uniformes", comentó Castillo.

OTROS TIEMPOS

Si bien el quehacer de las bandas de guerra sigue siendo llamativo y especial para muchos estudiantes en distintos colegios, en lo práctico la cantidad de estas agrupaciones ha ido bajando.

Ya no se dan las competencias de antaño a nivel interno y el mismo Francisco Castillo reconoce que "hoy vemos con pesar que esta tradición se ha ido perdiendo en el tiempo. De las 16 bandas que teníamos en el año 2000, solo van quedando 3 en la actualidad". Sin embargo, la idea es poder animar a que reaparezcan las bandas y se repitan anécdotas como la de los antiguos torneos, cuando las bandas viajaban a competir a otras ciudades y hasta se usaban "espías" para conocer los secretos de las rivales, previo a las competencias. El hecho que Arica haya sido ya sede para encuentros interregionales de bandas, alienta el que se puedan reimpulsar antiguas bandas.

Es por eso que Castillo hace un llamado y una invitación a la comunidad, "pues no podemos perder la tradición y el lugar que las Banda de Guerra Escolar Ariqueñas se ganaron a nivel nacional en su momento. Debemos apoyar a los instructores para que se capaciten y para que puedan ser remunerados ya que motivan a sus estudiantes para unirse a esta actividad".