Aumentar el cariño
No se puede negar el reconocimiento que existe al tratamiento que se da a áreas verdes de otras ciudades. El caso más cercano es el de Tacna, la vecina ciudad peruana que por esta labor con sus jardines, despierta una sana admiración en quienes la visitan.
Como lo bueno se puede imitar y aún, se puede hacer mejor, es que la Municipalidad de Arica comenzó a trabajar en el hermoseamiento de sus jardines. Y el primer paso se dio en el que se ubica en el nudo vial de Tucapel con Valente Rossi. En el lugar, hace meses se trabaja en un arreglo que representa una laguna con cisnes, figuras hechas en arbustos ubicados en el centro del área verde. Lograr este efecto tomó un largo tiempo. Sin embargo, el fin de semana, parte de este trabajo fue destruido en algunos segundos, luego de que dos de estos arreglos fueran pasados a llevar por desconocidos.
En principio, se ha hablado de un acto vandálico, tanto así que el alcalde Gerardo Espíndola comprometió un recurso legal para poder buscar a los responsables. Visiblemente afectado por el hecho, la primera autoridad comunal entregó declaraciones que, son toda seguridad, interpretan a miles de ariqueños y ariqueñas.
Espíndola lamentó que existan personas, organismos e instituciones, como el municipio, que se estén esforzando por hacer de nuestra ciudad un lugar más bello y amable donde vivir. Son esfuerzos que demandan no sólo recursos, sino que también cariño y compromiso. Y es por eso que duele ver cómo este trabajo se derrumba de manera tan fácil.
Es lamentable que episodios de este tipo se repitan en la ciudad. Cuántas veces han tenido que limpiarse, por ejemplo, los maderos que sostienen los sombreaderos ubicados en el sector costero al pie del Morro. O cómo no recordar cuando recién estaba inaugurado el nuevo Paseo de las Cuevas de Anzota, y ya estaba siendo alterado, o registraba focos de basura, lo que hasta hoy se repite. Una de las tareas que tiene todo Arica es promover más el cariño y cuidado de la ciudad. Y aquellos vecinos que la valoran y respetan, contagiar este espíritu, o denunciar a quienes no la respeten.